Roddy Frame: «Oí hablar del jangle pop por primera vez hace 3 días»

‘High Land, Hard Rain’, el mítico debut de Aztec Camera, se reeditaba el año pasado con motivo de su trigésimo aniversario. El que fuera cabeza pensante de aquel proyecto, Roddy Frame, lo recuperaba en vivo y continúa incluyendo en su repertorio canciones como ‘Oblivious’ o ‘Walk Out to Winter’, pero no se conforma con eso. Esta semana publica su nuevo disco en solitario, el primero en ocho años. Un nada decepcionante ‘Seven Dials’ en el que se alterna una vez más la diana pop con un par de baladas más sosegadas. Hablamos con un Roddy radiante -preciosos ojos, envidiable alegría de vivir la que transmite- sobre pasado y presente en una de las entrevistas más agradecidas que recuerdo.

Este año has cumplido 50 años, ¿has tenido alguna motivación especial en este nuevo disco por este motivo?
No había una especial motivacion en sacar un disco sólo por haber cumplido 50 años, pero sí es verdad que al terminar el disco me he dado cuenta de lo bien que me siento sacando un disco a los 50. Me siento menos idealista, menos competitivo. Todo el proceso de hacerlo y de que la gente lo escuche es mucho más relajado que cuando era joven.

¿Qué quieres decir con «menos idealista»? ¿Te refieres en un sentido político?
Me refiero a la presión en general. Cuando era joven era más apasionado, todo era blanco o negro, eras un chico malo o eras un chico bueno, al haber vivido más, haberme equivocado… No todo se reduce a chicos buenos o chicos malos, somos todos lo mismo. A veces la gente comete errores y eso es todo, no pasa nada.

¿Por qué has tardado tanto en terminar este disco?
No sé por qué. Le dije a una amiga que iba a hacer una ronda de entrevistas y que me iban a preguntar qué había estado haciendo y que no sabía qué contestar. Me dijo: «di que estás en el baño, siempre que te llamo estás en el baño». No tengo una razón, pero si miro atrás, hay bastante espacio entre mis discos. A veces toco, pero no tengo calendarios a los que atenerme, no tengo ese tipo de obligaciones. Si no fuera por Edwyn Collins y su sello, no sé si habría hecho este disco en absoluto. Soy muy relajado. Pero en cuanto tenía la idea, ya me ilusioné y estuve escribiendo cada día o hasta las cinco de la madrugada.

Así que eres el tipo de persona que se lleva el móvil al baño.
Sí, siempre. Pero no uso Facetime (risas).

Estoy contento de que la gente joven nos haya dado el regalo de recuperar el vinilo. Yo pienso en un disco con una cara A, una cara B, cinco canciones en cada cara, cada canción dura tres minutos y medio… No todas, pero casi. Ese es el álbum perfecto

Este disco es una mezcla de canciones inmediatas, buenas canciones de pop con baladas más sosegadas, como la última, ‘From a Train’. ¿En qué registro te sientes más cómodo?
La última fue la más dura de hacer. Hice una toma y sonaba horrible, la segunda dos semanas después, también. Hice una que no estaba mal, pero ahí se quedó, y al final hice una rápida que fue la que decidí usar. Era muy importante para mí que el disco sonara bien. Hay más intimidad y más de mí en las canciones más lentas, pero espero que la gente escuche las letras de las que son más rock. Son canciones hechas por la inmediatez. Lo mío es pop. Por eso estoy tan contento de que la gente joven nos haya dado el regalo de recuperar el vinilo. Yo pienso en un disco con una cara A, una cara B, cinco canciones en cada cara, cada canción dura tres minutos y medio… No todas, pero casi. Ese es el álbum perfecto.

Y no ha cambiado tu opinión con el tiempo…
Por supuesto que no, es como crecí, escuchando vinilos.

Como adulto ha sido una sorpresa descubrir que canciones como ‘Oblivious’ las escribiste con 18 años…
18 o 17. ‘Lost Outside The Tunnel’ como con 15, ‘We Could Send Letters’ con 15 o 16. El año pasado toqué estas canciones por el 30º aniversario de ‘High Land, Hard Rain’ porque aún son interesantes. Hay tantos acordes en ellas… Creo que es porque estaba aprendiendo a tocar la guitarra escuchando a Wes Montgomery, Django Reinhardt, Arthur Lee… y quería poner todo lo que aprendía en mis canciones. Creo que por eso esas canciones siguen pareciéndome interesantes.

A menudo los grupos que empiezan muy jóvenes no logran nunca más conseguir algo tan fresco… pero a ti te sigue interesando en este disco…
¿Sabes qué? Tengo que estar de acuerdo. No quiero hablar mal sobre nadie, pero es cierto. Es porque he trabajado con Sebastian Lewsley como ingeniero de sonido, al que lo que más le interesa es conseguir eso, algo fresco. Le encanta mi voz y la intenta capturar lo mejor que puede. Esa ha sido su mayor vocación en este disco. Yo, la verdad, terminé harto de este álbum porque lo oía todos los días, pero la verdad es que, comparado con otros, es un disco con amplitud de miras, inmediato y con un gran tratamiento de lo analógico.

¿Hay canciones en este disco que hayas recuperado de hace mucho tiempo?
’40 Days of Rain’ es la más vieja, debe de tener cuatro años. Y ‘White Pony’ es la segunda que hice, escribí la mitad de este disco en Inglaterra, la mitad en Vejer de la Frontera, una habitación blanca, en esta ciudad blanca para una canción sobre un pony blanco. Mi novia me dijo: «trae la guitarra, haz canciones». Yo le dije: «no me voy a llevar la guitarra de vacaciones» y me pidió que acabara «una canción».

Has mencionado el single y ‘Postcard’ podría ser otro, aunque por la letra deduzco que no tiene nada que ver con el sello de tus inicios, Postcard Records…
No, pero me gusta jugar con estas cosas. Estaba escribiendo un libro sobre los Eagles, también sobre el bajo de John McVie en ‘Rumours’ de Fleetwood Mac y siempre he tenido correspondencia con alguien de San Francisco. Me inspiré en la costa oeste mientras en Londres no paraba de llover como en ’40 Days of Rain’, y mientras pensaba en esas armonías de la costa oeste americana. Es una canción sobre esa música. Surgió la palabra «Postcard» y pensé que era una coincidencia divertida para el sello de Edwyn Collins. Me divierto con poco (risas).

¿Crees que se ha mitificado demasiado la escena de los primeros años 80 o en absoluto?
No, no, alguien ha escrito recientemente sobre el mito, pero creo que es una historia muy buena. Haber sido parte de aquello fue mejor de lo que cualquiera pueda imaginar. Si la gente habla de ello como un mito, tengo que decir que fue mejor todavía. Fue muy creativo, todos los días había un drama, una crisis, todo era muy divertido y ahí fue donde aprendí mi actitud para todo. Fue muy enriquecedor.

¿Hay algún disco de cuya producción te arrepientas o que habrías cambiando, por ejemplo, el segundo de Aztec Camera, ‘Knife’, con Mark Knopfler?
No, tenía que hacer aquello. Empecé con 15 años, así que en aquel entonces ya tenía 20. Y cuando tienes 20 años no quieres hacer lo mismo que has hecho a los 15, aunque la gente quiera. No me interesaba el gueto indie, quería desafiar al NME, al cotilleo indie… yo estaba escuchando a Bob Dylan y a Mark Knopfler y su nombre salió y me pareció una idea genial. No era lo que se esperaba de mí, y cuando era joven, como todo el mundo cuando es joven, odiaba que la gente me incluyera en sus expectativas y me dijera lo que tenía que hacer: «Oh, Roddy Frame, deberías ponerte esto, deberías tocar la guitarra de manera más indie». Estaba harto, llevaba con ello ya 5 años. Para mí fue genial hacer algo realmente diferente.

Has trabajado con Paul Carrack, Mick Jones… gente tan diferente. ¿Quién crees que ha desarrollado mejor su carrera?
Para mí trabajar con Mick Jones fue increíble. Cuando tenía 13 años estaba en una cola de Glasgow para ver en primera fila a The Clash con mi poco dinero, así que cuando colaboramos en una canción (‘Good Morning Britain’), no era yo quien estaba en el estudio, era mi yo de los 13 años. Nos hicimos amigos, es muy interesante, es uno de esos chicos que entiende la mitología. Ryuichi Sakamoto es completamente diferente, es profesor. Cada persona es diferente. Me gusta la actitud de Mick.

La gente te recuerda por lo que eras cuando llegaste y así, como llegaste, serás recordado para siempre

Creo que la gente asocia a Aztec Camera con el «jangle pop», pero en realidad hicisteis enseguida cosas muy diferentes, más eléctricas, más jazzie… ¿Por qué crees que es? ¿Te molesta?
Creo que lo del jangle vino después. No entiendo muy bien lo que fue. Sí hay algo que se entendió mal. Se empezó a decir que Postcard Records era muy twee, y a nosotros no nos gustaba nada el twee pop, y luego empezaron a salir grupos que se ponían nombres tipo «The Pencil Cases», eran muy twee y nos reíamos de ellos. Creo que lo que pasa es que la gente te recuerda por lo que eras cuando llegaste y así, como llegaste, serás recordado para siempre. Pero me alegro de ser citado como influencia a día de hoy, de que se hable de «indie twee» o lo que sea, aquello me dio la libertad y el respeto para trabajar con Mick Jones. Me ayudó a consolidarme.

¿Cuándo escuchaste hablar por primera vez de jangle pop?
La otra noche, hace como 3 días, mi amiga me dijo que había salido un artículo, no sé si fue en la revista Q. Me dijo: «¡¿pero qué es esto del jangle pop?!». Le contesté: «no sé, no tengo ni idea».

¿Qué grupos de hoy pueden gustarte?
No escucho demasiados. Cuando oigo que he influido en algo, me parece encantador. Me gusta oír cosas raras, Little Dragon, cosas así, sintéticas.

¿Cómo has conocido a Little Dragon?
Me lo mandó alguien que conozco en Suecia, pero no oigo mucho cosas nuevas. No tengo grupo favorito actual.

Cuando la gente pide una reunión de Aztec Camera, ¿a quién crees que se refieren? En verdad, pasó tanta gente por la banda…
No sé, creo que no han entendido el concepto de que era un nombre que yo usaba. Pero bueno, tampoco es justo que diga eso. Campbell Owens no fue el bajista original, pero sí el primero con el que grabé discos, Dave Ruffy a la batería… supongo que la gente piensa en ellos y es justo: hicieron el trabajo original durante años. Somos amigos, hablamos de vez en cuando, quizá podríamos hacer algo juntos, no tengo nada en contra, no me importa lo de «la nostalgia», que la gente a veces critica bastante. Me gusta bastante la nostalgia.

Sin embargo, has tocado ‘High Land, Hard Rain’ sin el nombre de Aztec Camera. ¿No puedes usarlo o no quieres?
Sí, sí, puedo usarlo. Nunca se me ha ocurrido, ahora estoy como Roddy Frame y es lo que promociono. Cuando anuncié que tocaría ‘High Land’, las entradas se vendieron enseguida, así que igual no es necesario en absoluto que sea de otra forma.

Uno de nuestros colaboradores, Jaime Cristóbal, es muy fan de tu disco ‘Surf’, ¿es de tus favoritos?
Jaime, tienes muy buen gusto. Sí, me gusta mucho, es uno de los que me contiene y me refleja y se quedará conmigo… No es como nada que haya grabado, tenía un mac y un micrófono, estaba la tele puesta por ahí, tocaba la canción que acababa de escribir, mi novia le daba a grabar y decía: «¡vamos!». Es una parte de mi vida, haber hecho este disco con ella. Hacer este disco fue muy bonito, es todo una toma, no hay efectos… Yo no era un gran ingeniero, seguro que puse los micrófonos en el sitio que no era. Pero por alguna razón refleja lo que fueron aquellos días. Es extraño pero para mí no es como un disco, es más como un documento de un momento. No pienso en ‘Surf’ como un disco hecho en plan «vamos a hacer esto sonar de manera increíble», sino que lo entiendo de otra manera. ¿Tiene sentido?

Supongo que estás acostumbrado a otro tipo de rutina para grabar un disco, aunque da miedo que alguien piense que con ese procedimiento basta. El exceso de lo-fi…
Pero creo que es porque…

Supongo que puedes hacer algo como ‘Surf’ cuando has hecho otras cosas antes.
Sí, supongo, sé lo que quieres decir, cuando sabes mucho de arreglos… Pero para mí este disco es sobre las canciones, la guitarra… me gusta hacer la guitarra sonar interesante, no me gusta cuando alguien hace un acústico y la toca demasiado fuerte. Me gusta hacerla sonar como tiene que sonar, interesante…

¿Tienes alguna canción preferida en este disco?
‘Surf’, la canción, porque suena como mi vida, dejé la escuela muy pronto, no fui a clase, no me interesaba la educación, pero fui educado por la música y todo lo que aprendí viene de los discos.

¿Por qué empezaste a trabajar con Edwyn Collins?
Cuando tenía 16 años estaba en su sello Postcard y aquí estoy, tengo 50 años y él tiene 55. Hemos vuelto a donde hemos empezado. Hemos sido amigos durante mucho tiempo.

¿Te gusta tocar o eres más bien del tipo de que lo haces porque tienes que hacerlo?
No, me encanta tocar, pero tiene que ser en el lugar adecuado. Ahora me proponían una gira por Inglaterra para presentar el disco, pero era demasiado, y no me gustaban los sitios. Así que haré una gira en diciembre en Inglaterra en sitios muy bonitos, como el Lowry en Manchester, donde la gente pueda verme a mí y a la banda muy bien. En estos discos quería ver a la banda. El otro día tocamos en Costello y había como 80 personas, hablé como 40 minutos y toqué 20 minutos pero eso era otra cosa, un sitio en el que conectar con la gente.

Cuando toqué en el Primavera había gente muy interesada en Postcard, un grupo llamado Extraperlo me llevó a tomar una copa, no sabía que había tantos grupos a los que había influido. Fue emocionante. Menciono un tema suyo en una canción nueva

¿Los festivales te gustan? Por alguna razón siempre vemos los mismos nombres en muchos de ellos…
España se construye en torno a festivales, ¿no? La gente viene a tocar a un festival y el contrato dice que es lo único que pueden hacer, ¿verdad? Personalmente, creo que es más divertido conducir por ahí, tocar para 100 personas cada noche y conocer el país. Pero, dicho esto, me encantó tocar en el Primavera en el «Auditorium», había gente muy interesada en Postcard, un grupo llamado Extraperlo, me llevaron a tomar una copa, no sabía que había tantos grupos a los que había influido. Fue emocionante.

¿Has conocido su música?
Sí, me encanta, sobre todo «Midnight on the Mountain» (NdE: ‘Noche en la montaña’, de su primer disco). La menciono en un tema nuevo, ‘Rear View Mirror’, es como una bossanova, te voy a contar una historia un poco aburrida… Parte de la canción va sobre estar en Barcelona, estar triste porque no estás con una persona, y unos chicos a los que has influido entran en acción (a ellos se refiere la palabra «young»). Esa parte de la canción va sobre eso y al final la canción es otra cosa, sobre una ruptura.

¿Crees que tu carrera ha sido apreciada? A pesar de tu sentido del humor, parece que no vas muy en serio, y que si tu novia no te dice que cojas la guitarra, no te pones…
Sabes, tío, soy un poco vago, pero eso no va a cambiar, ya tengo mi rollo, me siento feliz como «músico de 50 años». Hice las locuras de joven, lo intenté todo, me siento feliz con dónde voy. No me siento poco apreciado. A veces me sentía infravalorado de joven, pero ahora cada cumplido lo aprecias más. Estar aquí, sacar este disco, tocar, hacer entrevistas… es un regalo. Mucha gente de mi generación ha muerto. He sido muy mío, independiente y todavía estoy por aquí. Me siento muy bien.

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Publicado por
Sebas E. Alonso