En ‘El difícil equilibrio’ encontramos una continuación de las fiestas de los domingos por la tarde ‘Qué maravilla’, una celebración que duró casi tres años y que surge pensando en un público cuarentón, que ni sale hasta muy tarde ni lo hace entre semana. En esta nueva cita, el eje fundamental gira en torno a la unión de polos opuestos en lo musical y en lo estético. En lo musical hay desde versiones cantadas por seguiriyas o bulerías, a temas tan en las antípodas del flamenco como ‘No hay nada más triste que lo tuyo’ de Hidrogenesse o ‘Dramas y comedias’ de Fangoria; mientras que en lo escénico vamos de un oscuro y sobrio Raphael a un radiante y luminoso Liberace, un álter ego que en Jorge Calvo se disfruta con devoción, rozando en ocasiones el mismo fervor religioso de un feligrés en una romería.
La primera parte se sustenta en el flamenco junto al guitarrista Melón Jiménez, que también goza de momentos estelares. La mayoría de las reinterpretaciones son nacionales y el factor travesti queda aparcado para la segunda (Jorge Calvo ha intentado incluir a Chico y Chica, una baza desestimada porque le resultaba «dificilísimo»). En la segunda todo se ampara bajo una bola de espejos, las canciones corresponden a artistas internacionales, y destaca ese humor tan certero y concentrado marca de la casa en el momento Lou Reed con ‘Walk On The Wild Side’. Desatando la vena de revista o cabaré de Calvo, los congregados viajan entre Las Vegas y los bingos de Manuel Becerra de hace unas décadas, sin olvidar hacia la recta final la genial participación de Arepita Diablitos, que durante esa segunda parte ejerce de esposa de Liberace. Algo tan inenarrable como la posible colaboración de Jorge Calvo con Alexis Taylor de Hot Chip. Y es que si al actor no le dan un Goya, al menos el showman debería presentarlos. 8.
‘El difícil equilibrio’ puede verse en la Sala Tú de Madrid por última vez los días 16, 17, 18 y 19 de mayo.