Rolling Stone ha sabido que en julio ella se divorció del hijo de Patti Smith con el que se había casado y ha intentado contactar con ella a través de su abogado, pero no ha sido posible. «No creo que nadie hable con Meg. Siempre ha sido una ermitaña. Cuando vivíamos en Detroit, tenía que conducir hasta su casa si quería hablar con ella, así que ahora casi nunca hablamos», indica Jack, antes de añadir que no es el tipo de persona que te «choca esos cinco» cuando lo esperas. «Me decía siempre algo así como: «Oh, no es para tanto, ¿has hecho esto? ¿Y qué?». Casi cada momento de White Stripes fue así. Estábamos en el estudio y algo increíble pasaba. Yo decía: «Joder, ¡acabamos de irrumpir en un nuevo mundo!», y ella seguía en silencio».
Sin embargo, también tiene buenas palabras para ella. «A menudo me giraba en el escenario y no me podía creer que estuviera ahí. No creo que ella comprendiera lo importante que fue para la banda, para mí y para mi música. Fue la antítesis del batería moderno, ingenua, increíble e inspiradora. Todo lo que no hablemos no importa porque sobre el escenario, nunca superaré eso».