El libro está dividido en dos partes. La primera (y mejor) es un divertido y punzante ensayo sobre la historia del rock estructurado en forma de entrevista. Por medio de una sesión de espiritismo (sic), el autor invoca a cadáveres legendarios del rock como Brian Jones, Jimi Hendrix, Jim Morrison o… Paul McCartney. A través de sus declaraciones, Svenonius deja caer, como si vinieran del más allá, jugosas teorías. Algunas tan estimulantes como que el verdadero origen de los grupos de rock está en las pandillas callejeras, otras tan mordaces como que “las bandas deben formarse con la vista puesta en su desaparición”, y muchas tan irreverentes como que EEUU es esclavo de Gran Bretaña y la Revolución estadounidense fue un “berrinche adolescente” y “motivo de oprobio para sus descendientes”.
La segunda parte es un manual, punto por punto, para montar un grupo de rock. Es aquí donde Svenonius deja ver su cara más panfletaria, exhibicionista y conspiranoica. Sigue siendo divertido y mordaz pero algunas teorías, si van en serio, tienen mucho de boutade y si van en broma, no tienen demasiada gracia: el tabaco fue un intento de “industrializar a la persona”, el rock “se puede ver como una versión traumática de los gritos propios de la instrucción militar”… Y qué decir de la parte dedicada al zodiaco de los rockeros. Mejor que boutade, lo llamaremos bobada.
Más que para agitar conciencias o presentar reveladores elementos para el debate, ‘Estrategias sobrenaturales para montar un grupo de rock’ sirve para algo tan importante y elevado como “echarte una risas”, para pasar un buen rato con un estrambótico libro de instrucciones y provocador conjunto de reflexiones acerca del mundo del rock. “La popularización del género es una estrategia del gobierno estadounidense para propagar el capitalismo”. Lo dicho: una risa. 6,9.