Al margen de lo simpático de algunas situaciones, es de admirar la destreza con la que está planificado y ejecutado este plano secuencia en el que entran en juego gallinas, tractores y coreografías complicadas. Sin lugar a dudas, de las mejores cosas del vídeo es la propia Bonya, que parece una versión rusa y rural de Beth Ditto.