Pero no todo ha sido fácil, ni mucho menos rápido, para Randell y Hassett. De hecho, han pasado 15 años desde que ambos se conocieron en Escocia y descubrieron su afinidad hasta que su segundo álbum ha visto la luz. Lo suyo no son las prisas, claramente. Años después de su primer contacto, tras transitar caminos separados, ambos se reencontraron en Australia. El padre de Zoë murió, y eso hizo que esta se decidiera a seguir su pasión en la vida, la música, y contó con Steve como su aliado para plasmar sus canciones. Así nació ‘Dear Hamlyn‘ (2008), un autoeditado álbum de folk pop delicado, enteramente dedicado e inspirado por el desaparecido Randell Sr. Poco pasó con él en primera instancia, como contábamos antes: su crecimiento fue muy paulatino. Tras su fichaje por el ya mítico sello de Seattle, Luluc se embarcaron en su segundo disco. Insatisfechos con los primeros intentos de grabación realizados en Melbourne, surgió la posibilidad de grabar sus canciones en el estudio-garaje de Aaron en Brooklyn, que terminó siendo, además, co-productor del álbum y reclutó para sus arreglos a un numeroso contingente de músicos habituales de los propios The National, Beirut o Sufjan Stevens.
Como parece implícito a sus ritmos de creación, la cadencia de ‘Passerby’ es lenta, casi suspendida en el tiempo, con canciones delicadas y evocadoras en las que las guitarras de Hassett y Randell, con la preciosa, rotunda voz de esta en primer plano, funcionan como un cuerpo desnudo que sigilosamente va siendo vestido por una instrumentación casi susurrada, a veces apenas intuida. Pianos, cellos, trombones, harmoniums, violines se deslizan con suavidad en el minutaje, meciéndose con dulzura al son de melodías que nos trasladan a espacios familiares pero no tan frecuentemente transitados, con ocasionales recuerdos a la espiritualidad de los Low más acústicos, a los primeros Scud Mountain Boys, a Nick Drake o a Cowboys Junkies, probablemente por culpa de la similitud vocal de Zoë y Margo Timmins.
Que no sea un dechado de originalidad (de hecho, es una especie de versión menos austera de su primer álbum) no quita que ‘Passerby’ sea una delicia, 40 minutos de oasis para aislarse de la realidad más cruda y dejarse llevar por el dulce y melancólico vaivén en el que nos sumerge el dúo, que invita al ensimismamiento. Resulta un placer no hacer nada más que yacer y cerrar los ojos, dejándose llevar por el son de ‘Small Window‘, ‘Passerby’ (la figura de su padre ausente sigue inspirando a Zoë, a tenor de su letra), ‘Reverie On Norfolk Street‘, ‘Without A Face‘, ‘Star’… o una ‘Tangled Heart‘ cuyo progresivo crecimiento parece una metáfora sobre el carácter de la banda. Incluso si ‘Passerby’ no sacara a Luluc del semi-anonimato al que estaban sometidos hasta ahora, estoy convencido de que será un hallazgo para cualquiera que guste del pop rock basado en el folk y la americana, tanto si se acerca a él hoy o en el futuro. Muchos verán en él ese halo de los discos únicos que atrapan un estado de ánimo y lo reproducen al milímetro cada vez que suena, haciéndolo eterno.
Calificación: 8/10
Lo mejor: ‘Tangled Heart’, ‘Reverie On Norfolk Street’, ‘Without A Face’, ‘Small Window’.
Te gustará si te gustan: los Low más acústicos, First Aid Kit, Nick Drake, Cowboys Junkies.
Escúchalo: Deezer