La declaración más sorprendente de todas es en la que Thicke reconoce que grabó ‘Blurred Lines’ «hasta arriba de Vicodín y alcohol», que se pasó todo 2013 «colocado» y que, al contrario de lo que todo el mundo creía, no escribió ni una sola frase de su gran éxito. Según Thicke, ‘Blurred Lines’ es enteramente autoría de Pharrell Williams y asegura que «tuv[o] suerte de estar siquiera en el estudio» durante la composición de la canción. Thicke asegura que su adicción a las drogas y al alcohol fue el detonante de que su mujer Paula, a la que dedicó su último trabajo, le abandonara.
De manera paralela, Thicke confiesa que, pese a su no participación en la creación de ‘Blurred Lines’, el enorme éxito del que esta canción disfrutó en los meses posteriores a su publicación le condujeron a exigir formar parte de los créditos de composición «por envidia» de que Williams se llevara todo el mérito. Pharrell, por su parte, da la razón a Thicke y comenta que este acto «es el pan de cada día en esta industria». Pharrell continúa: «Se suele hacer ver que las personas tienen más autoría en ciertas situaciones de lo que tienen en realidad. Aquí es donde el embellecimiento entra en acción».
Para colmo, Rolling Stone publica que Thicke ha enviado en las últimas horas un comunicado a través de su abogado Howard King en el que apunta que «el momento de vulnerabilidad personal de Robin está siendo explotado [por la familia de Marvin Gaye] con la intención de desviar la atención de la evidente debilidad de su demanda».
Por último, y de manera hilarante, en su testimonio Pharrell confirma al juez que es capaz de leer música pero le toma ocho intentos conseguirlo en la corte. «No me siento cómodo», confiesa. Pharrell asegura que no fue su intención escribir un homenaje a ‘Got to Give It Up’ y que cuando trabaja con alguien se inspira en la energía que le inspira. No sabemos quién de los dos queda peor, pero vaya tela todo…