Finalmente, la demanda interpuesta a la cantante en febrero de este año por Terrance Davidson, antiguo colaborador de Minaj y autoproclamado «wigmaster», ha sido desestimada. El señor de las pelucas le pedía a la cantante 23 millones de euros en compensación por ayudarle a diseñar sus pelucas.
El juez ha dado la razón a Minaj argumentando que cualquiera puede diseñar una peluca y que los acuerdos que Davidson denuncia que había alcanzado con ella no tienen ningún fundamento.