Tras su boda oficial en Londres y el enlace religioso en Mallorca, el artista organizó un tercer acto que ha terminado en denuncia. La idea más romántica tuvo lugar en una playa de Ibiza en la que la pareja celebró su reciente enlace acompañada de 150 invitados. El problema es la denuncia que ha interpuesto el Ayuntamiento de la localidad ibicenca de Santa Eulalia ante Demarcación de Costas de Baleares, según informa El Mundo
.El motivo es que en ningún momento se pidió permiso para montar un acto que ocupó hasta la orilla toda la playa de s’Estanyol. Sillas, mesas y una caseta de campaña obligaron a que los bañistas tuvieran que abandonar la playa. Incluso personal contratado se encargaba de desviar el tráfico que se acercaba al lugar. Gracias a las fotos, el consistorio ha puesto en marcha una sanción contra la pareja por infracción de la normativa de invasión de una zona de dominio público, pero nada que tanto él como su ahora esposa, nieta del duque de Wellington, no puedan pagar.