Weezer / Everything Will Be Alright In The End

Observando la carrera de Weezer con perspectiva, da la sensación de que el productor Ric Ocasek (miembro de los seminales The Cars) ha sido constantemente un faro hacia el que apuntar cuando el barco de Rivers Cuomo & Cía va a la deriva. Así se sintieron en su primera etapa cuando su genial ‘Pinkerton’ (1996) resultó injustamente infravalorado, provocando un bache y un parón del que salieron cinco años más tarde con su homónimo álbum verde, donde Ocasek volvía a encargarse de la producción, como había hecho con notable éxito en el citado debut (también homónimo, conocido como ‘Blue Album’). Hasta entonces nunca habían perdido el horizonte en realidad, por mucho que la prensa se emperrase en criticar su segundo trabajo y tras el álbum verde llegó ‘Maladroit’ (2002), sin el productor fetiche, pero igualmente competente. En aquellos tiempos, cualquiera podía declararse fan de Weezer sin avergonzarse, pues aunque su tercer y cuarto álbum quedaban por detrás de los hitos logrados con los dos primeros, nunca habían ofrecido algo que no fuese mínimamente disfrutable.

Con el tibio ‘Make Believe’ (2005), la banda de Los Ángeles empezó a ir cuesta abajo y sin frenos, también con su álbum rojo de 2008 y, sobre todo, con el vergonzoso e innecesariamente festivo ‘Raditude‘, en la calle un año más tarde. Salvo algún hit menor, todo medianías, nada que ver con los Weezer de antaño. Entonces sí que estaban a la deriva, no en 1996. Con ‘Hurley‘ (2010) empezaron a recuperarse, pese a la producción del álbum, excesivamente pop y pulida, pero cuando verdaderamente han vuelto a ganar terreno ha sido volviendo a contar con Ocasek para su nuevo trabajo, ‘Everything Will Be Alright In The End’, confirmándose la teoría a la que apuntábamos en el primer párrafo: Cuomo necesitaba a Ocasek y ahora más que nunca. Sin ser un álbum perfecto, el noveno álbum recupera al mejor Cuomo, con una vitalidad y una honestidad en los temas como hace tiempo que no veíamos. Y no solo eso: además gran parte de las canciones aquí contenidas tienen gancho, y la vuelta a la producción de sus álbumes clásicos es una gozada. No parece que temas como ‘Lonely Girl

‘ o ‘Eulogy For A Rock Band’ vayan a acabar a la altura de ‘My Name Is Jonas’ o ‘In The Garage’, pero sí que se siente algo parecido al escucharlos, como si hubieran sido reivindicables caras B de aquel fabuloso trabajo.

En ‘Back To The Shack‘, el primer single, Cuomo parece confesar con cierta ironía lo perdidos que estaban cuando canta «I thought I’d get a new audience, I forgot that disco sucks / I ended up with nobody and I started feeling dumb / Maybe I should play the lead guitar and Pat should play the drums» para hacer referencia más tarde a sacar la strato con la correa del rayo y volver a sonar como en el 94. Ironía o no, por algo viene todo esto.

Aunque no les hacían falta colaboraciones externas, cuentan con Bethany Cosentino de Best Coast compartiendo voces en la bonita ‘Go Away’. No funciona tan bien la colaboración con Justin Hawkins de The Darkness, co-autor de ‘I’ve Had It Up To Here’, precisamente por el irritante toque de su banda en la canción. Un pequeño bache no ensucia el resultado, de todos modos. Cuando termina la trilogía «Futuroscope» con que han culminado ‘Everything Will Be Alright In The End’ es claro que este es, por fin, el álbum que esperaban los fans de Weezer, confiando en que recuperasen la cordura. Son capaces de facturar muy buena música, así que de ahora en adelante no hay excusa y si hace falta volver a contar con Ocasek, adelante con ello, pero no más ridiculeces del nivel de ‘I’m Your Daddy’ o ‘Can’t Stop Partying’, por favor.

Calificación: 7,5/10
Lo mejor: ‘Lonely Girl’, ‘Cleopatra’, ‘Eulogy For A Rock Band’, ‘Back To The Shack’.
Te gustará si te gustan: los Weezer clásicos y también los del ‘Green Album’ o ‘Maladroit’.
Escúchalo: Spotify

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Publicado por
Miguel Sánchez
Tags: weezer