Según la demanda interpuesta por Dr. Luke, Kesha habría extorsionado al productor durante meses con una copia de su denuncia, amenazándole con presentarla ante los juzgados si no era liberada de su contrato con el productor. Además, culpa a la madre de la cantante, así como a los nuevos mánagers de la cantante, por animarla a contar mentiras a la campaña ‘Free Kesha’, que acusaba a Dr. Luke de «controlar a Kesha como a una marioneta».
La abogada de Gottwald, Christine Lepera, ha declarado a Rolling Stone que Kesha y su madre estarían «involucradas en una campaña de publicación de declaraciones escandalosas y ficticias, incluyendo declaraciones tan falsas como injuriosas sobre supuestos abusos mentales y físicos a Kesha». Lepera explica además que Kesha y Pebe han reconocido de hecho la falsedad de sus declaraciones y que se lo han inventado todo para que Dr. Luke libere a la cantante de su exclusivo contrato de grabación con el productor.
Por otro lado, el abogado de la artista, Mark Geragos, ha declarado a la misma publicación que la denuncia de Dr. Luke a la cantante no es más que otro «patético y completamente predecible ejemplo de los continuos abusos de Dr. Luke a Kesha con tal de mantenerla bajo su tiránico control». Geragos continúa: «la denuncia [de Dr. Luke] no tiene ningún fundamento de hecho y Kesha está concentrada en reclamar su voz y libertad. Ella está decidida a continuar con su vida y carrera y a dejar de lado este oscuro periodo de su vida».