Casablancas ha asegurado además que era incapaz de desenvolverse en reuniones sociales sin la ayuda del alcohol. «Era simpático el 10% del tiempo», ha dicho. «Pero era en plan: no puedo hablar con la gente y ser social sin tener que fingir mi confianza en mí mismo. Crees que [el alcohol] es como un suero de la verdad pero es más bien un suero para gilipollas».
Quizá esto pueda explicar por qué el artista ha aparecido tan colgado sobre el escenario con y sin los Strokes. A principios del año que viene se reunirán, por cierto, para empezar a pensar en la continuación de ‘Comedown Machine‘.