Ahora el artista ha contestado lo siguiente hablando con The New Yorker, cuando le preguntan por esta cuestión: «Todo el mundo es una víctima, excepto los pequeños chicos blancos y majos que sólo quieren hacer que sus madres estén orgullosas y tocar algunas tetitas».
Ridiculizando las reacciones en las redes sociales, Pink indicó: «¿qué pasaría si me suicidara y twitteara “gracias, troncos. Teníais razón”. Esto es lo que pasó en Ruanda».
Ariel publica nuevo álbum este otoño y de él acaba de dar a conocer otra canción más aparte del single principal, ‘Black Ballerina‘.