Además, si añadimos que la productora se reserva los derechos de imagen y explotación del programa y sus participantes, así como los derechos de propiedad intelectual sobre todo el material, no es difícil afirmar que estamos hablando de una pequeña miseria.
El contrato de exclusividad de los participantes tiene una validez de 3 meses, tras los cuales tendrán la opción de firmar un segundo contrato por tres años con la productora, que pasaría a representarlos artísticamente. Durante esos primeros tres meses, ninguno de los participantes podrá «participar o colaborar en ningún otro programa de televisión, radio, prensa escrita o Internet». Una vez finalizados esos tres meses de absoluta exclusividad, si alguno de los participantes quiere explotar su condición de «participante en ‘Adán y Eva’» deberá contar primero con la aprobación de la productora Eyeworks España.