Tove Lo / Queen Of The Clouds

Por varios motivos, la joven Tove Lo, anteriormente conocida como escritora de canciones para Girls Aloud, Cher Lloyd o Icona Pop, nos recuerda en este debut largo ‘Queen Of The Clouds’ a la Robyn que renació en 2007 con aquel fenomenal disco homónimo. Como ella entonces, Tove Nilsson realiza un estupendo ejercicio de pop contemporáneo, tomando elementos de mainstream y de la EDM más audaz para ponerlos en común, logrando un artefacto que, por dar un ejemplo, tiene la consistencia y la cohesión de la que carece incluso el mejor disco de Katy Perry.

Esta chica de Estocolmo confirma todo lo bueno que hace ya más de un año hacían presagiar ‘Habits (Stay High)’ (su clip oficial supera ya la nada desdeñable cifra de 35 millones de visionados en Youtube) o ‘Out Of Mind‘, en este disco conceptual sobre los ciclos de las relaciones sentimentales, dividido en tres partes diferenciadas que se inicia con el sexo sin compromiso («La pasión, en el inicio, siempre va a ser la mejor parte»), antesala del amor («Y entonces flipas, porque de repente necesitas a esta persona») que, de forma aparentemente irremediable, termina dejando solo dolor («Y no hay una buena manera de terminar, porque hay un final, ¿sabes?»). Aunque no sea ni mucho menos original, esa línea argumental sirve a Nilsson para estructurar un álbum muy completo que, gracias a unas letras claras, sentidas y, por momentos, muy inteligentes, desprende sinceridad. ‘Queen Of The Clouds’ resulta realmente verosímil en la voz de Tove Lo y eso, como ocurre con coetáneas como Lorde o Charli XCX, es posiblemente lo que marca la diferencia de esta generación con las estrellas del pop de los últimos años.

Al margen de los breves interludios que marcan cada parte del álbum, las doce canciones del mismo tienen sustancia, con mayor o menor brillo, pero con el listón sostenido en lo notable, lo cual no es ninguna nadería para un disco de pop mainstream. Y es que en ‘Queen Of The Clouds’ el concepto «filler» pierde toda la connotación negativa que puede tener. Aunque el estupendo y épico ‘Timebomb’, una de las piezas clave del disco, esté firmado junto al mago experto Klas Åhlund (miembro de Teddybears y reputado autor de hits para Robyn, Katy Perry, Britney Spears y un inacabable etcétera), Tove Lo ha arriesgado (quizá en aras de mantener más control) apostando por un grupo de jóvenes y semidesconocidos productores (Mattman & Robin, Ali Payami, Kyle Shearer y, sobre todo, el dúo nórdico The Struts, junto a los que firmó sus primeras canciones) que brillan de forma casi insolente en canciones como ‘Got Love’, ‘My Gun’, ‘Thousand Miles

‘ y ‘Like Em Young’, en las que la EDM se integra con el pop de manera natural y elegante. Así, logra mantener a lo largo de todo el álbum la vibración y la energía que desprenden singles y cortes más memorables, haciendo que su escucha sea de provecho de inicio a fin en su edición convencional (en la edición especial del álbum en Spotify, pese a contener temas tan chulos como ‘Love Ballad’, el minutaje es excesivo) y solo cabría echarle en cara la inclusión de una ‘Run On Love’, su single del año pasado junto a Lucas Nord, que aporta poca cosa y parece descolocada tras la preciosa ‘This Time Around’, que ya daba buen final al disco.

Pero, obviamente, no solo de buenos fillers vive el pop. Tove da su lugar privilegiado a las estupendas ‘Habits (Stay High)‘ (lógicamente ubicada como cúspide de la fase de desamor), ‘Not On Drugs‘ y la citada ‘Timebomb‘, pero estas cumbres encuentran réplicas a la altura en temas fabulosos, de campanillas, como la irresistible y sexual ‘Talking Body’, el desgarrado medio tiempo cargado de dubstep ‘The Way That I Am’ o una ‘Moments’ que se posiciona como su mejor composición, perfecta melódicamente que, además, ostenta una de esas letras de sinceridad desarmante que hacen de Tove una artista singular. En este caso, se despoja de la coraza anti-enamoramiento forjada en el primer tercio del disco y se ofrece a corazón abierto al ser deseado: «puede que no sea la más guapa que hayas visto, pero tengo mis momentos. No soy perfecta, nunca lo he sido, pero tengo mis momentos. Me emborracho un poco, caigo en todos los «noes», pero en los días buenos soy encantadora de cojones». No se puede ser más tierna. Y es que esos textos, honestos a rabiar, son sin duda una baza que juega a favor de Tove, especialmente porque son interpretados con pasión, otorgándole toda credibilidad a su música, haciendo desmoronar ese mito subyacente de que la honestidad solo tiene cabida en el rock. Por todo esto, estamos ante el único disco que puede destronar al ‘1000 Forms Of Fear‘ de Sia como la gran joya mainstream del año 2014.

Clasificación: 8/10
Lo mejor: ‘Moments’, ‘Habits (Stay High)’, ‘Not On Drugs’… y que no decae en ningún momento.
Te gustará si te gusta: Robyn, Sia, Katy Perry.
Escúchalo: Spotify.

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Publicado por
Raúl Guillén