Así dice una de las partes del libro de la que los medios se están haciendo eco. Pero hay más: «Mientras Grace crecía, comencé a sobornarla por su tiempo y afecto. Un dólar si podía maquillarla como una motera. Tres caramelos si me dejaba besarla en los labios durante 5 segundos. La dejaba ver lo que quisiera ver en televisión si se «relajaba sobre mí». Básicamente, lo que intentaba hacer era cualquier cosa que un depredador sexual haría para atraer a una niña provinciana. Lo que quería realmente, más allá del afecto, era sentir que me necesitaba, que estaba desamparada sin su hermana mayor guiándola por el mundo».
Obviamente, el revuelo ha sido importante, y en algunos medios conservadores, han acusado a Dunham de abusar sexualmente de su hermana pequeña. La actriz ha tomado Twitter para expresar su enfado por las acusaciones, resumiéndolo todo en un par de textos en los que explica que se trataba de “curiosidad infantil”. «Si fuisteis niños y nunca mirasteis la vagina de otra niña, bien, felicidades. He contado la historia de ser una niña rara de 7 años. Apuesto a que también tenéis las vuestras, señores mayores, que preferiría no oír».
Por ahora la red parece dividida entre los que consideran la confesión de Lena inapropiada y los que se lo toman como una cosa de niños. Por lo pronto, ella ha cancelado la gira de presentación del libro en Europa.
Grace ha acudido a Twitter para defender a su hermana Lena: «La heteronormatividad considera ciertos comportamientos nocivos y otros «normales». El Estado y los medios de comunicación se dedican a mantenerlo. Como homosexual, creo que la gente debe narrar sus propias experiencias, determinando ellos mismos qué les ha hecho daño y qué no».