‘The Honourable Woman’ o cómo hacer que una serie parezca mejor

La etiqueta «thriller adulto» viene cosida a esta serie (BBC/Sundance TV) desde su lanzamiento. Y lo hace como si fuera un valor añadido, como si la combinación de las palabras «thriller» y «adulto» fuera sinónimo de calidad. Después de ver sus ocho episodios podemos decir que ‘The Honourable Woman’ es una miniserie metida en una bolsa de patatas fritas negra y con la palabra «gourmet» impresa en una esquina. Algo así como la respuesta grave y trascendente, «adulta», a la entretenida e ¿infantil? ‘Homeland’.

¿Cómo hacer que una serie parezca mejor de lo que es? Pues, según el director Hugo Blick -habitual de la televisión británica, que encontró reconocimiento con la miniserie ‘The Shadow Line’ (2011)-, de la siguiente manera:

1) contrata a una reconocida actriz indie y déjala hacer lo que le dé la gana. La protagonista Maggie Gyllenhaal sobreactúa más que un político corrupto defendiendo su inocencia. Compone un personaje cuya expresividad está basada en tres gestos: los ojos llorosos, las risas flojas y las miradas arrobadas. A veces todo a la vez. Si ya de antes no te gustaba la Gyllenhaal, ahora su mirada alimentará tus pesadillas.

2) Desarrolla una trama liosa que luego no lo es tanto e incluye muchos misterios que luego no lo son tanto. Queda complejo. Serio. Ah, y usa el ajedrez como metáfora de las tensiones geopolíticas. No se ha hecho nunca.

3) Inserta muchos planos detalle de manos recorriendo superficies: muebles, paredes… Queda elegante, simbólico. Aunque eso sí, al octavo episodio los espectadores querrán cortarse las suyas.

4) Acompaña los momentos más dramáticos con música así-como-árabe y un canto femenino así-como-un-lamento, que para eso la serie es triste y está ambientada en Oriente Medio.

5) Mete un videoclip con una canción tristona e imágenes reales del conflicto palestino-israelí. No viene a cuento pero nos recuerda que todo esto, eh, es real.

Vale, no todo en ‘The Honourable Woman’ parece mejor de lo que es. También, en algunas ocasiones (pocas), es mejor de lo que parece. Los diálogos, por ejemplo, están muy bien trabajados, llenos de réplicas brillantes y agudas (sobre todo los que articula el personaje que interpreta Stephen Rea). Y también hay que destacar la nómina de secundarios: fabulosa, lo mejor de esta relamida y aburrida serie. Me voy a ver la cuarta de ‘Homeland’4,5.

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Publicado por
Joric