«Crees que eres increíble, pero yo digo que eres aburrido, me llamaste «bebé», te digo «jódete»» y «dices que molas, pero veo claramente que eres un perdedor, como yo» son -en inglés- las letras más sonoras que podemos escuchar en las canciones de ‘Mourn’. Composiciones como ‘Marshall’ (un «por qué no te callas» en toda regla) o ‘Jack’ están dedicadas, respectivamente, al ex novio de una amiga o a un grupo de gente que odian unido en un solo nombre (masculino) imaginario. Mientras, su música tiene una deuda o dos con la PJ Harvey de ‘Dry’, ‘Rid of Me’ y ‘To Bring You My Love’ (algo muy claro en ‘Dark Issues’), mientras que ‘Misery Factory’ nos recuerda la tensión de un ‘Kamikaze’.
En otras ocasiones Mourn suenan más próximas a Sleater-Kinney o L7, y puede que ese ligero movimiento hacia las riot-grrrls no resulte precisamente lo más original. Sin embargo, cuando los estribillos son tan funcionales como los de ‘Otitis’, cuando son capaces de encajar un giro más luminoso como el de ‘Squirrel’ o cuando desarrollan tan bien la idea de un crescendo o de una canción que deja con ganas de más como sucede con la gran ‘Your Brain is Made of Candy’, hay que ser muy cascarrabias para quedarse con las pegas. Porque es llamativa además, la fuerza que tanto Jazz como Carla Pérez como vocalistas saben transmitir. Acostumbrados a voces debiluchas e inaudibles en el indie nacional, es una verdadera gozada escuchar la confianza que transmiten. ¿No nos quejábamos de que la música alternativa del país estaba dominada por treintañeros? Pues toma cuatro tazas.
Calificación: 7,8/10
Lo mejor: ‘Your Brain is Made of Candy’, ‘Otitis’, ‘Dark Issues’
Te gustará si te gustan: Sleater-Kinney, PJ Harvey, L7
Escúchalo: Spotify