Desde entonces, y curiosamente a la par que el grupo crecía en popularidad, la música que Grohl ha venido facturando con su proyecto principal ha empezado a sufrir preocupantes altibajos, con singles muy potentes como ‘The Pretender’, pero trabajos con demasiado relleno, como ‘Echoes, Silence, Patience & Grace’ (2007). Recuperaron terreno con un decente ‘Wasting Light‘ (2011), pero con la llegada de ‘Sonic Highways’, su nuevo álbum, la duda vuelve a estar sembrada. Desde que al bueno de Dave le ha dado por volverse multidisciplinar y dedicarse a filmar documentales en los que básicamente homenajea la música de la que es fan, como en ‘Sound City’ (2013), parece que su propia música ha pasado a un segundo plano y esto no podía quedar más claro que con el último trabajo de Foo Fighters: se nos pretende vender ‘Sonic Highways’ como un nuevo LP, pero casi parece más bien (así como lo fue ‘Sound City: Real To Reel’) la banda sonora del nuevo documental de Grohl, de idéntico nombre.
Por ello, para encontrarle la gracia a estas ocho nuevas canciones, hay que ver los ocho episodios de ‘Sonic Highways’, cuyo concepto y contenido es casi más interesante que la canción resultante de cada episodio. Por si queda alguien por enterarse, Foo Fighters han visitado ocho ciudades de EE UU para quedarse a grabar durante una semana en un estudio mítico de cada una de ellas junto al productor Butch Vig y con la colaboración en cada tema de músicos representativos de cada lugar que visitan. La idea que Grohl llevaba en mente es que la historia, personajes y cultura musical de cada ciudad le inspiraría a escribir la letra de cada tema y precisamente para entender las letras de ‘Sonic Highways’ conviene ver los episodios, pues están llenas de referencias a la historia que se cuenta en los mismos.
Las intenciones creativas de Grohl & Cía. están muy bien y de hecho el documental tiene mucha miga, pero si separamos la música de las imágenes, todo empieza a descalabrarse: musicalmente siguen donde siempre y se les ve inspirados y con garra en cortes como ‘Something From Nothing’, ‘The Feast And The Famine’ y ‘Outside’, pero el contenido restante del álbum no queda a la altura (los medios tiempos y las baladas nunca fueron su fuerte y aquí temas como ‘I Am A River’ o ‘Subterranean’ simplemente agradan, sin más); además de que las colaboraciones externas tampoco aportan demasiado (con la salvedad de los vientos de Preservation Hall Jazz Band en ‘In The Clear’). Es más, si no nos dicen que Rick Nielsen de Cheap Trick aporta una guitarra en ‘Something From Nothing’ o que Joe Walsh de los Eagles hace lo mismo en ‘Outside’, ni nos habríamos enterado.
El frontman de la banda ya había avanzado que la música iba a andar por los mismos derroteros y por un lado es algo bueno que quieran seguir manteniendo sus signos de identidad, pero por otro lado es inevitable pensar en una oportunidad perdida. Sin ser un mal trabajo, ‘Sonic Higways’ queda lejos de los mejores momentos de la banda y por ello (y sin quitar mérito al documental en sí) no parece muy descabellado esperar que, en un futuro, Grohl y sus acólitos decidan centrarse en facturar un buen álbum, que además fueron capaces de ello no hace tanto. Han querido abarcar mucho y en lo musical no han podido apretar tan fuerte como debieran.
Calificación: 5,5/10
Lo mejor: ‘Something From Nothing’, ‘The Feast And The Famine’.
Te gustará si: te gustan Foo Fighters y no te importa que metan tanto relleno en sus últimos discos
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