Aquí no hay ningún ‘Toronjil’, sino más bien pesadillescas canciones que tanto maman de Suicide (ese ritmo motorik que vertebra ‘Roca’, de las pocas que sí pueden calar en la primera escucha) como de los The B-52’s más creepy (inevitable no pensar en los de Athens al adentrarse en ‘Urgencias Primitivas’) y hasta Ennio Morricone (lo que ocurre en el lisérgico tema titular). Cualquier atisbo pop se ha extirpado prácticamente de raíz: los nuevos Violeta Vil ahora quieren enaltecer la bandera del primigenio post-punk de los setentas y lo kosmische por encima de todo.
No lo ponen nada fácil al oyente, por supuesto. Y tampoco ayuda el hecho de que, al igual que en su primer disco, la voz de Mónica se esconda tímidamente entre filtros y reverbs que dificultan el entendimiento de unas letras de lo más crípticas que rinden tributo a lo sobrenatural y esotérico. Si querían firmar un álbum que reivindicara a “todas las grandes brujas que nos rodean”, lo han conseguido con creces. Aunque una cosa está clara: por muy interesante que sea el experimento en cuestión, preferimos a los Violeta Vil más instantáneos de los inicios.
Calificación: 6/10
Lo mejor: ‘Urgencias Primitivas’, ‘Roca’, ‘Vírgenes Sangrantes’
Te gustará si te gusta: el krautrock, lo experimentalmente eléctrico y el rock de coartada gótica.
Escúchalo: Bandcamp.