Run The Jewels / Run The Jewels 2

Vivimos una era en la que el hip-hop se mueve por extremos. Los trabajos actuales del género parecen condenados a moverse entre la radicalidad y el conformismo en cuanto a producción y sonido. Parece que las únicas opciones son hacer un ‘Yeezus‘ o unirse al rebaño con producciones que evidencian una vez más el cansancio y la falta de interés de un estilo que en otras épocas, no tan alejadas, nos ha dejado grandes obras maestras imprescindibles para entender la historia de la música de las últimas décadas.

Curiosamente hace un mes Rockdelux nombraba el disco de Public Enemy ‘It Takes A Nation Of Millions To Hold Us Back’ como lo mejor que le ha pasado a la música en los últimos 30 años. Una decisión no exenta de polémica pero sustentada en el increíble legado musical que ha dejado, no solo en su género. Sin entrar a enumerar cuáles han sido las ramas que han crecido de ese «árbol» capital publicado en 1988, podemos afirmar que este ‘Run The Jewels 2’ es el último brote que ha florecido.

Pero el último trabajo del proyecto de El-P y Killer Mike, a pesar de retomar toda una era de hip-hop, no solo representada por Public Enemy sino también por N.W.A., Goodie Mob, Three 6 Mafia y muchos más, se sustenta en una bifurcación que sufrió el género en la segunda mitad de los 90. No cuesta nada reconocer la influencia de las intenciones del primer trabajo de UNKLE, aquel ‘Psyence Fiction’, en temas como ‘Oh My Darling Don’t Cry’ o ‘Love Again’. En aquel primer disco del proyecto de James Lavelle militaba un DJ Shadow cuyo fantasma deambula por cada esquina de los escasos 40 minutos de este segundo trabajo de Run The Jewels. Pero tampoco cuesta reconocer a Beastie Boys, que ya participaban en el disco de Lavelle, paseándose por las rimas de ‘Early’ antes de la irrupción de Boots en el estribillo.

Zach De La Rocha de Rage Against The Machine barre lo que puede para casa en uno de los números más potentes de la función, el contundente ‘Close Your Eyes (And Count To Ten)’, y no creo quedarme solo si reivindico que ese ‘All My Life’ suena al Tricky de ‘Maxinquaye’. Al menos estoy seguro de que el británico mataría por haber hecho algo así en su disco de 1999, ‘Juxtapose’, junto a DJ Muggs de Cypress Hill y Dame Grease.

Geoff Barrow ya intentó con Quakers, su proyecto de hip-hop, lo que ahora ha conseguido El-P, un disco como alternativa a un género que la mayoría de veces se nota estancado en las mismas ideas y la misma ejecución. El dúo no viene a salvar la música y no estoy seguro de que vaya a ser tan influyente como lo fueron Public Enemy hace casi 30 años, pero es este un trabajo que representa un buen momento creativo, la asimilación de influencias bien digeridas y un rescate de toda la tradición de un estilo llevada a buen puerto.

Calificación: 8/10
Lo mejor: ‘Early’, ‘Close Your Eyes (And Count To Fuck)’, ‘Oh My Darling Don’t Cry’.
Te gustará si te gusta: DJ Shadow, Beastie Boys, ‘Psyence Fiction’ de UNKLE.
Escúchalo en: Spotify

Los comentarios de Disqus están cargando....
Share
Publicado por
ACM