Del «vaporwave» a PC Music: el éxito de un género único

2014 ha sido el año de Sia, el de Caribou, por supuesto el de Beyoncé y el de Taylor Swift… pero también el de PC Music. El sello, capitaneado por el veinteañero londinense A.G. Cook, lleva desde el año pasado publicando algunas de las piezas electropop más frescas, originales y sorprendentes de los últimos tiempos. Tuvo que llegar SOPHIE, que ahora se codea hasta con Madonna, con su ‘Lemonade’ para que los medios empezáramos a hacer caso de verdad a los artistas salidos de este sello, con Hannah Diamond ahora apuntando alto gracias a la edición de su último single, ‘Every Night‘.

A diferencia de lo que pueda parecer, sin embargo, SOPHIE no forma parte de PC Music, aunque sí toca habitualmente con sus artistas afiliados. No es de extrañar, pues la propuesta de ambos inequívocamente explora estéticas muy similares de lo que conocemos como música «hecha por ordenador». En rasgos generales, lo que propone PC Music es un pop electrónico marciano y a su vez inclinado hacia la nostalgia donde beats metálicos, texturas burbujeantes y melodías chicle se entretejen para crear una experiencia sensorial única. A veces tiene algo de electrónica abstracta, otra de europop y otra de pop coreano. Los conceptos «hardcore» y «chiptune» tiene mucho que ver con ellos y el de «bubblegum-pop», aunque desde un prisma sutilmente tenebroso, también y es uno de los más importantes.

En una de sus primeras entrevistas, de hecho, A.G. Cook menciona a Max Martin como una de sus mayores influencias. «Normalmente me siento muy atraído por los temas [de Max Martin]», señala, «ya sean para Britney Spears, Taylor Swift o Cher Lloyd». Es fácil, oyendo la obra de los artistas de PC Music, como Hannah Diamond, easyFUN o Danny L Harle, adivinar por qué: melodías pegajosas y con sabor a chicle de fresa, producciones esculpidas meticulosa y elegantemente y visión de futuro desde el respeto por el pasado son algunos de los elementos que definen la escencia de PC Music.

Pero si PC Music recuerda al pop chicloso y con sabor a fresa de Katy Perry, Taylor Swift, Backstreet Boys o por supuesto Britney, lo hace desde el extremo. Así, Cook asegura sentir fascinación por la «música pop extrema» y cita ‘Cupid and Psyche 85’ de Scritti Politti como uno de los álbumes de cabecera del sello pues se trata, en sus palabras, de una obra «que conscientemente tomó la decisión de hacer un pop más luminoso y detallista». El productor concluye: «[‘Cupid and Psyche 85’]» representa un hermoso balance entre grandes ganchos, ritmos y sonidos». Como PC Music.

Acompaña a la música del sello, de manera absolutamente inextricable, su también extrema propuesta gráfica, inspirada, citando a Cook, en la moda «Gyaru» de revistas como Koakuma Ageha. Quien escuche pistas como ‘Wannabe’ de Lipgloss Twins, ‘Don’t Wanna / Lets’ Do It’ de GFOTU, ‘Pink and Blue’ de Hannah Diamond o por supuesto ‘Hey QT

‘ de QT enseguida establecerá una conexión con las sonoridades plásticas de PC Music y sus visuales, tan atractivos y fascinantes como «extremadamente» robóticos y fríos. De nuevo, cierta oscuridad ensombrece lo azucarado de este retorcido pop de melodías cuquis y beats de goma.

Pero es esa sutileza la que ha entendido el público y no la de otras modas precedentes como el «witch-house» o, más notablemente, el «vaporwave». De alguna manera, la propuesta de este subgénero inclasificable, practicante de un electropop humeante y emotivo a menudo directamente resultado de la manipulación de clásicos olvidados del pop, R&B y funk de los 80, es parecida a la de PC Music, especialmente en relación a su amor por la nostalgia y la cultura nipona. Nombres como MACINTOSH Plus, con su esencial ‘Floral Shoppe’; Blank Banshee, Luxury Elite o t e l e p a t h テレパシー能力者, por no hablar de los más populares e influyentes, si bien cuestionablemente conectados al subgénero, James Ferraro y Oneohtrix Point Never, continúan definiendo un sonido e imaginería de una potente identidad y profundamente evocadores de un pasado tecnológico ya muy remoto. Entendible, también, como crítica del consumismo del siglo XXI, el «vaporwave» es hoy toda una subcultura, mucho más grande que la de PC Music, pero, por alguna razón, casi desde el principio abocada a un ostracismo que nadie imagina hoy en día para el sello de Cook.

2014 habrá sido el año de PC Music, pero sin duda al peculiar pop electrónico de este sello británico le espera un gran futuro en 2015. Con temas tan interesantes como los que habéis podido oír a lo largo de este artículo, no es para menos. Quizás, eso sí, al sello le falte aún una referencia más potente, un single clásico (quizás, lo último de A.G. Cook, ‘What I Mean‘?) o, por qué no, un disco de verdad para solidificar su posición en la música y así, quizás, terminar de introducir a sus artistas por ejemplo en el cartel de la próxima edición del Sónar, donde SOPHIE será uno de los protagonistas. ¿Son Hannah Diamond o easyFUN el futuro de la letra pequeña del Sónar? Con lo que está creciendo el sello en popularidad, que no os extrañe…

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Publicado por
Jordi Bardají