En su comunicado, ATEA critica duramente a los Chunguitos, apuntando que «lejos de mostrar algún tipo de arrepentimiento o remordimiento de conciencia por tan execrable proceder, esta pareja de indeseables reía la ‘anécdota’ sin el menor atisbo de empatía». La asociación opina además que «el mero hecho de que quienes se declaren perpetradores del abandono sean personajes públicos, constituye por sí mismo un agravante moral, por cuanto son esos agentes los que debieran ser referentes éticos desde su comportamiento». «Lejos de ser así», concluye ATEA, «se jactan de ello, en un ejercicio que oscila entre lo obsceno y lo criminal».