Tyson reconoce que llegó al estudio sin saber lo que iba a hacer. «Cuando Madonna te llama y te dice que vayas a algún sitio, tú vas», dice, y describe cómo fue el proceso. “Ella estaba allí con su productor y yo llegué al estudio y no sabía si quería que hablase o rapease. Simplemente entré allí y empecé a hablar de mi vida y de las cosas que he pasado, diciendo algunas cosas muy locas. Fue muy intenso». Sólo se hizo una toma.
Pero aparte de no revelar quién es el productor (se rumorea que DJ Dahi y Blood Diamonds por lo visto en Instagram) y de contar que conoció a Madonna cuando estaba casada con Sean Penn, Tyson se cubre de gloria cuando revela que para el supuesto discurso que da en el tema su inspiración fue Benito Mussolini, sí, ese Benito Mussolini
. «Cuando lo hice (grabar para el disco de Madonna) me imaginé ser algún tipo como Mussolini, algo muy arrogante, pero intentas abordarlo desde una perspectiva positiva e inspiradora. Cuando ves a Mussolini en televisión, aunque no entiendas lo que está diciendo, es cautivador. Yo me veo a mí mismo así. Ya sé que mucha gente puede decir «ese tío era un fascista» y todo eso, pero tío, puedes sacar algo positivo al verlo. No me sorprende que le interesara a Hitler. Este tío es una figura hipnótica. Hay tanto orgullo tras lo que dice. Yo no soy italiano y puedo sentir el orgullo que proyecta. Él tenía ese “swag” de la calle, estaba haciendo eso con las manos y moviendo la cabeza antes de que existiera el hip hop». Esas han sido las palabras de Mike Tyson, al que suponemos que tantos años subido al ring recibiendo golpes han debido de pasarle factura.