Aunque piezas como la inicial ‘Waiting Around For Grace’ tanto pueden llegar a recordar a MGMT como a Tame Impala (cuyas canciones, para desgracia de nuestros protagonistas, siempre han gozado de una mayor proyección y pleitesía por parte del público), lo cierto es que Pond destacan por su vocación de resquebrajar barreras sónicas y experimentar con mayor libertad con otros géneros que su amigo Kevin Parker. Sin ir más lejos, ahí está ese pegajoso homenaje al glam rock setentero que es ‘Elvis’ Flaming Star‘ o dos highlights como ‘Zond‘ y ‘Outside Is The Right Side’, que se dejan embriagar por el funk y recuerdan a unos Primal Scream puestos de ácido hasta las trancas.
En ‘Heroic Start’, por ejemplo, puede que se pongan más progresivamente alucinógenos de la cuenta y que se les haya ido algo la mano entre tantos efectos y reverberaciones. Pero tal como hemos indicado con anterioridad, si algo destaca de ‘Man, It Feels Like Space Again’ es esa preponderancia por canciones algo más contemplativas, más cercanas a la balada interestelar, que cumplen como contrapunto a los minutos más abrasivos que lideran el disco. De entre ellas destaca por encima de todas una ‘Medicine Hat’ que prescinde de cualquier artificiosidad, aunque también cumplen con creces ‘Sitting Up On Your Crane‘ (con uno de los mejores estribillos del largo) o esa ‘Holding Out For You’ que nos hace rememorar aquellos tiempos en los que The Flaming Lips pisaban de pies a tierra.
Evocador, sobrado de grandes melodías marcianas y sin ningún relleno innecesario que le haga bajar puntos, el último LP de Pond bien podría considerarse el mejor y el más heterogéneo de su carrera. Si con estas canciones no consiguen igualar el éxito que desde siempre ha acompañado a Tame Impala, se estaría cometiendo una gran injusticia con ellos.
Calificación: 7,6/10
Lo mejor: ‘Waiting Around For Grace’, ‘Zond’, ‘Medicine Hat’, ‘Sitting Up On Your Crane’
Te gustará si te gusta: Tame Impala (por supuesto), el lado más pop de Pond y bandas como MGMT o The Flaming Lips cuando no se dejan llevar por sus idas de olla.
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