Duran Duran y otras licencias nostálgicas del Sónar

A falta de que en las próximas semanas amplíen el resto de su line up, Sónar ha sorprendido a muchos confirmando la presencia de los icónicos Duran Duran en la clásica licencia nostálgica del festival. Aunque esta situación no debería pillar en bragas a nadie porque el ADN de Sónar, desde su nacimiento en 1994 (el año en el que Esplendor Geométrico fue uno de sus principales reclamos), siempre ha repetido este mismo patrón tal como uno de sus tres directores, Ricard Robles, nos cuenta: «Cada año en la programación se recogen una serie de nombres que consideramos que es importante volver a situar en la memoria porque, en su momento, fue gente transgresora, gente que ayudó a cambiar, a revisar y revolucionar las formas de hacer música. En definitiva, artistas que en un punto de la historia reciente han representado un salto, una ruptura o bien un avance para la música popular y que, además, nos ayudan a responder a la situación actual. Si no hubiésemos tenido a Kraftwerk no habríamos tenido a The Human League o Duran Duran, del mismo modo que sin Marc Almond quizás no habríamos tenido a Antony o Perfume Genius”, comenta al respecto.

Apuestas anteriores como las de Chic (en 2006 y 2014), el líder de Soft Cell en solitario (2000), Grace Jones (2009), Roxy Music (2010) o The Human League (2011) afianzan la valentía del festival barcelonés a incluir como cabezas de cartel artistas que muy difícilmente coparían la letra grande de cualquier otro cartel. Y lo que es más importante aún, según el propio Robles afirma, esta maniobra revival “no pretende sentar cátedra ni decir lo que está bien o lo que está mal”, sino hacer reflexionar a los espectadores acerca de aquellas voces que en una época pretérita cambiaron las reglas del juego.

Está por ver si, al igual que hace apenas unos meses ocurrió con Spandau Ballet tras su paso por el In-Edit, ahora los fans de Simon Le Bon y sus secuaces van a salir de debajo las piedras. El postureo, tristemente, es lo que tiene. No obstante, aprovechando la fuente directa de Robles, ¿qué recuerdos tiene realmente de Duran Duran? «Para mí han protagonizado momentos más interesantes que otros, pero siempre han tenido una gran capacidad para hacer canciones con potencial de hit. En su primera etapa me resultaron sorprendentes y luego quizás ya no tanto. Pero no cabe duda de que aquella generación tecno-pop de ABC, Soft Cell, The Human League, Depeche Mode o Heaven 17 fue realmente extraordinaria. Y más cuando desde la distancia vemos que aquellas bandas, pese a inscribirse en un contexto casi mainstream, experimentaban con máquinas que acababan de llegar al mercado y de las que se sabía bien poco”, contesta Robles, quien puestos a escoger se queda con el primer álbum homónimo de los británicos de 1981 (el mismo que abría con dos temones inmaculados como ‘Girls On Film’ o ‘Planet Earth’) porque supuso «una obra indispensable del tecno-pop».

Siempre dispuestos a sorprender y a desquebrajar patrones, en años anteriores también se han atrevido a traer a Sonic Youth (por inimaginable que parezca eso ocurrió en 2001), Madness (2008), o hasta a Devo y Beastie Boys en su última parada española (en aquel 2007 donde por haber hasta estaba Calle 13 presentando su segundo disco previo a su gran pelotazo mediático). ¿A quién tocará reivindicar el año que viene? ¿Alguien se acordará de Sade?

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Publicado por
Sergio del Amo