Los Tweedy encandilan a un fiel público en La Riviera

El martes por la tarde lo último que apetecía era salir a la calle entre el frío y la lluvia, que fue especialmente intensa según se acercaba la hora del concierto de Tweedy en La Riviera, por lo cual muchos de los asistentes nos quedamos como una sopa mientras esperábamos para acceder al recinto. No se sabe si fue por el mal tiempo, pero daba un poco de lástima comprobar cómo, a escasos minutos del comienzo del show, apenas lograba llenarse la mitad del aforo disponible, algo de lo que Jeff se daba cuenta con humor, pidiendo a los presentes que contaran a sus amigos lo que habían visto para que averiguaran lo que acababan de perderse. Y sí, craso error no haber acudido a ver el formato en directo del proyecto que el líder de Wilco tiene con su hijo Spencer, quien se encarga de la batería (la banda, un quinteto en total, la completa gente cercana a la familia).

Los que acertamos al acudir pudimos presenciar una oportunidad no muy frecuente de ver a Jeff fuera de su entorno habitual, con todo lo positivo que eso conlleva: además de poder disfrutar de los temas del notable ‘Sukierae‘ (2014), álbum que venían a presentar, como la hipnótica ‘Diamond Light, part 1’, la pegadiza ‘Low Key’ o la preciosa ‘Slow Love’, Tweedy padre nos regaló un set acústico a mitad de concierto en que, aceptando peticiones incluso, sonaron clásicos de Wilco como ‘Spiders (Kidsmoke)’, ‘Hummingbird’, ‘Via Chicago’, ‘Jesus, etc.’ o ‘Passenger Side’, además de la mítica ‘New Madrid’ de sus Uncle Tupelo. Un set así hizo recordar el que nos ofreció en los Veranos de la Villa hace unos años, dejándonos tan alucinados como entonces.

El evento, de dos generosas horas de duración, lo remataron todos juntos de nuevo, interpretando temas que Jeff escribió para Mavis Staple o versionando a Neil Young. ‘California Stars’ supuso el colofón de un concierto que, como casi todos los que protagoniza el de Belleville, Illinois, quedará en un lugar especial de la memoria de todos los que allí estuvieron. Como siempre, el humor e ingenio con el que el frontman se dirigía al público (tremendamente respetuoso público, que disfrutaba en silencio las canciones o daba palmas y coreaba cuando la ocasión lo pedía) fue el complemento perfecto para una noche en la que, francamente y pese a todo, mereció la pena salir de casa. 9.

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Publicado por
Miguel Sánchez
Tags: tweedy