Aunque la estatua ya ha sido retirada, varios
medios no han tardado en hacerse eco de la noticia. Una forma original, desde luego, de criticar pacíficamente la glorificación del consumo de drogas en las altas esferas de la industria cinematográfica. El artista lo explica a su manera: «Plastic Jesus es una reflexión sobre adorar a un ídolo falso, que al final es de lo que se trata todo. Si una persona que es adicta a la heroína o a la cocaína ve mi estatua y va en busca de ayuda, entonces mi trabajo está hecho».