Pxxr Gvng, los Chichos de la era Youtube

Quien acuda a la sala Apolo hoy sábado 14 de marzo, podrá dar un trago a la verdadera realidad contracultural de nuestro país. Actúa el colectivo establecido en Barcelona PXXR GVNG, tres jovencísimos MCs (Khaled, Yung Beef -granadinos de origen marroquí– y D. Gómez -madrileño-) y un DJ y productor de talento admirable, Steve Lean, que han venido acumulando adeptos a base de lanzar temas sueltos y mixtapes en su canal de Youtube. Dejando atrás el recurrente estilo de los tótems del rap hispano (ya sabéis: las sagas CPV, Violadores del Verso, etc.), mucho mejor situados en la actualidad del género, Los Pobres se apropian de la estética del trap de pujantes y jóvenes gangs norteamericanos, como Odd Future o A$AP, para arrastrarlo por su propia realidad.

Una realidad cruda, que vive con normalidad la multiculturalidad (castellano, árabe y slang spanglish se mezclan indistintamente en sus ágiles letras), la pobreza, las peleas, el vacile, el trapicheo, el hurto, amores al límite, los cuernos y el consumo sin freno de drogas. Un retrato de la marginalidad a la que muchos chavales del país se ven abocados sin remedio y que cada día gana terreno (¿os acordáis de cuando todos éramos clase media?). Ese contexto crítico remite, claramente, al que plasmaban a finales de los 70 y primeros 80 el trío Chichos, iconos de la kinkixploitation que trascendieron la ortodoxia de la rumba para mostrar las luces y sombras de aquella España post-franquista. Sin duda a PXXR GVNG, que se autodenominan frecuentemente «perros callejeros» y cuyas educaciones en el gueto les ha llevado a conocer bien la cultura gitana, no se les escapa este paralelismo.

Para más inri, Chichos se convirtieron en un fenómeno contracultural nacional vendiendo musicassettes piratas en gasolineras, bares y mercadillos. Es decir, el equivalente actual a tener un canal de Youtube en el que subes vídeos que acumulan decenas de miles de visitas, que es el caso de PXXR GVNG. Aunque no son los únicos (en torno a ellos hay otros interesantes crews como Los Yumas), Los Pobres han fraguado su éxito conectando muy fuertemente con esa insólita generación swagger que tan avezadamente captó en sus vídeos Carlo Padial, un fenómeno social que se mueve al margen de los canales tradicionales y que se muere por sus temas más reggaetoneros («reggaeton indie», en sus propias palabras), vertiente que explotan los tres MCs con diversos productores en el también imperdible proyecto paralelo La Mafia del Amor.

A PXXR GVNG les va estupendamente (al menos, en sus raps se jactan de estar forrándose) al margen de la industria musical tradicional, y no tienen ningún álbum ni ninguna necesidad de ello (probablemente, si eso ocurriera perderían su magia). Desde luego, su exponencial crecimiento obliga a llamar la atención sobre la normalización de la misoginia o la violencia entre los más jóvenes. Pero, corrección política aparte, su propuesta es musicalmente muy reivindicable, tanto por el tremendo gancho de sus hits (que lo son aunque no suenen en radios o teles) y por lo que tiene de regenerador en el rap nacional, sumándose a otros renovadores colectivos como Agorazein o Calor. Su crecimiento posiblemente vivirá alguna clase de hito con su actuación en el próximo Sònar 2015 y, a partir de ese instante, cuando su reggaeton indie se exponga ante públicos más amplios y con una visión cultural más heterodoxa, probablemente se presentará un nuevo panorama para el grupo. Por eso, hasta entonces, no hay que perderse lo que PXXR GVNG son aquí y ahora.

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Publicado por
Raúl Guillén
Tags: pxxr gvng