Además, Marina & The Diamonds, acaba de pronunciarse en una línea muy similar a la de Lily Allen durante una entrevista. «Voy a ser totalmente honesta, y puede que se vuelva contra mí, pero no me he bajado Tidal. ¿Sabes lo que no me gusta? Que suena corporativo. Me tendrían de su parte si no fuera de Jay Z y toda esa gente. Tienen un montón de dinero. Para mí, tendría más sentido si el mensaje fuera apoyar al artista, que creo que sí está dentro de su mensaje, pero entonces deberían incluir a gente como Beck, The Distillers o The Maccabees, bandas que han hecho un gran trabajo pero no están a ese nivel de comercialidad».
A continuación critica su precio: «Lo que me jode es el eslogan #TIDALforAll. ¿Para todos? ¿Tiene todo el mundo 20 dólares al mes? Me intentan decir que esto es democrático, positivo para todo el mundo, pero no lo es. No estás vendiendo eso, estás vendiendo algo que son 240 dólares al año». Finalmente, se interesa por la opinión del entrevistador, que también habla mal de Tidal. Marina responde: «¿Por qué está toda esa gente ahí? Por el dinero. Quieren una participación. Me siento mal con todo esto y yo misma soy artista. Imagina que hubiera alguien como Jenny Lewis o músicos así. Con más gente, parecería una cosa más genuina de los artistas, pero con los más ricos de todo este juego, es como «hmmm, no sé»».
La acusación más recurrente es, efectivamente la lluvia de estrellas de primer orden que acudía al lanzamiento del servicio de streaming, echándose de menos a artistas más independientes y más necesitados del favor del público. ¿Pero en serio alguien cree que llevaríamos semanas hablando de esto si en vez de Madonna, Rihanna, Beyoncé y Kanye West hubiésemos tenido a James Blake, My Bloody Valentine o a la propia Allen por muy queridos que sean? Lo dudo.
Otra de las acusaciones más recurridas es la de que “los ricos quieren hacerse más ricos”. El citado artículo de Helienne Lindvall dice que, si muchos de esos artistas, encabezados por Jay Z, quisieran sacar beneficios a corto plazo, seguramente habrían optado por otras aventuras empresariales más seguras. Se recuerda que Spotify es aún deficitario y que probablemente Jay Z perderá dinero con este negocio. Como bien dice, el rapero podría haberse sacado de la manga una línea de auriculares o cualquier sistema de sonido y hacer “el timo de la estampita” con sus seguidores del mismo modo que lo hizo Dr. Dre hace unos años con Beats.
Así que por lo pronto, Tidal y sus dueños parecen más preocupados en repartir de forma justa sus ganancias a los autores. Dice Helienne en The Guardian: «Tidal existía en los países escandinavos desde hace bastante tiempo con el nombre de WiMP. Fue el primer, y hasta el momento único servicio de streaming que añadía los créditos de autor/productor de las canciones en su web. Además, fue el único servicio de streaming que apareció en un encuentro organizado por compositores suecos en febrero para discutir el reparto a los compositores de una parte más equitativa de las ganancias del streaming, mientras Spotify cancelaba su participación en el último momento”.
Jay Z va aún más lejos, y es más claro, en el reparto de las ganancias. «Para alguien como yo… yo puedo salir de gira. Pero, ¿qué pasa con la gente que ha trabajado en el disco, los creadores de contenido y no solo los artistas? Si no se les compensa apropiadamente, creo que perderemos algunos compositores y productores y gente que depende de un tipo de comercio justo».
Aún no sabemos qué pasará con Tidal, si conseguirá convencer o no, pero la verdad es que algo de razón llevan en su discurso sus principales valedores, a pesar de la imagen negativa que han dado durante estos días.