Dorian actúan en el SOS 4.8, en el Low Festival y también en Barcelona (9 de mayo) o Madrid (21 de mayo) próximamente. Detalles, en su web.
«Esto no es un mero recopilatorio o un disco de paso. Es uno de los discos más importantes de la trayectoria del grupo»
La nota de prensa dice que este disco supone un punto y aparte, ¿entendemos que es el fin del sonido anterior de Dorian o sólo es una forma de insistir en que esto no es un recopilatorio?
Marc: «Para nada los Dorian de antes se van a acabar. La idea de este disco la teníamos en la cabeza desde 2009, con ‘La ciudad subterránea‘. Sabíamos que teníamos que evolucionar aún para hacer un disco como este, pero también que tarde o temprano iba a llegar. Si hubiéramos querido un recopilatorio lo habríamos hecho, pero sería una foto de distintos momentos del pasado de la banda. Si oyes un recopilatorio de los Cars oyes un reflejo de cada momento de su carrera. O de Blondie: podrías ver su evolución. Nosotros queríamos una fotografía del presente, mostrando una evolución sonora y con instrumentos que nunca habíamos tocado, como los clavicordios… Queríamos hacer algo diferente, pero esto no tiene por qué marcar al futuro. No es un mero recopilatorio o un disco de paso. Es uno de los discos más importantes de la trayectoria del grupo y sí tendrá su peso. Creo que nos acordaremos mucho de él».
¿Por el desafío artístico que ha supuesto?
M: «Sí, por supuesto, por un lado, pero sobre todo porque reúne algunas de nuestras canciones favoritas y de alguna manera cada canción es un pedazo de nuestras vidas. Son muy autobiográficas y volver a arreglarlas ha sido recordar muchas cosas, algunos momentos difíciles. Ha sido como volver a mirarnos a nosotros mismos».
Belly: «Nuestras canciones han calado siempre un poco tarde, como ‘A cualquier otra parte’… Ahora presentando ‘Arrecife’ y con la nueva ‘A cualquier otra parte’, es la primera vez que hemos visto una reacción muy inmediata, con una reacciones muy evidentes y muy positivas».
¿Qué canción os sorprendió que no hubiera gustado de forma inmediata?
M: «Somos un grupo de música independiente, no estamos todo el rato en la tele o en las radios masivas. Las canciones que hacemos tienen su recorrido, tardan en llegar a públicos amplios. Por ejemplo ‘La tormenta de arena’ es nuestra canción más conocida y los primeros meses no tuvo la reacción que esperábamos. Para nosotros era una canción muy especial, muy bonita, y tardó un año en explotar por todas partes».
B: «Con ‘A cualquier otra parte’ pasó lo mismo: la gente no sabía si era de baile o no, el ritmo está un poco roto, y la gente no sabía cómo reaccionar».
«Las canciones que te salen de las vísceras son las que suelen funcionar»
También eran otros tiempos, hablamos de la década pasada. Ahora mismo es todo un poco «me gusta», «no me gusta» y a los 5 minutos estás a otra cosa, ¿o creéis que en el futuro podéis tener un «grower» igualmente?
M: «Las cosas están muy locas. Nunca sabes cómo va a reaccionar el público. Pero el músico nunca debe componer pensando en fulano o mengano. Tú tienes que componer con lo que te sale de las vísceras, y esas canciones que te salen de las vísceras son las que suelen funcionar. Componer pensando en los demás no se lo aconsejo a nadie».
En el disco no falta ninguna de las canciones más famosas. Si miras las 10 más populares de Dorian en Spotify, están casi todas. ¿Habéis querido meter las más famosas sin más o cómo ha sido la selección?
M: «Hemos pensado en España y en fuera de España. Fuera de España son más famosos los dos últimos discos. La primera parte de la trayectoria de la banda no es tan conocida. También hubo criterios como que ‘Solar’ fue la primera canción que editamos. Y ‘A cualquier otra parte’ tampoco podía fallar. También hemos escogido las que eran más especiales para nosotros. ‘Verte amanecer’ no fue ni primer, ni segundo, ni tercer single. Fue el cuarto y porque veíamos en los conciertos que iba adquiriendo relevancia. Fue la gente la que la escogió. Es curioso cuando pasa esto y me parece muy bonito que el público te lo indica: «esta me está tocando el corazón»».
¿Habéis visto en los ensayos que alguna canción no pegaba en este formato y la habéis desechado?
B: «‘La mañana herida’ la dejamos muy rápido y se quedó fuera al engorilarnos con las demás, aunque la podríamos retomar…»
Tampoco es un disco lleno de cuerdas o arreglos como el de Metallica, en verdad hay autoversiones de todo tipo…
M: «Queríamos evitar eso a toda costa. Las cuerdas son muy golosas. No estoy seguro de que lo sinfónico y el pop funcionen juntos».
B: «Se tiene que hacer muy bien».
M: «No he oído el disco de Metallica, oí alguna cosa, pero aquello era una superproducción que no tiene nada que ver. Si metes cuerdas por todas partes, puedes terminar empachando».
B: «En cada parte de la canción hemos decidido qué instrumento es el protagonista. En ‘A cualquier otra parte’ decidimos que el ronroco, el instrumento latinoamericano, iba a ser el protagonista».
En verdad esta canción os ha quedado un poco pop-rock, no es lo que te esperas de un disco así, hay un punteo que me suena tipo nudozurdo, igual porque sacan disco a la vez, ochentero…
M: «Es de las más enérgicas, cañeras. La guitarra original de la canción es muy nueva-olera si la oyes sola. Me alegro mucho de que nudozurdo siga adelante».
¿Ha cambiado mucho de estilo alguna canción durante esta regrabación?
M: «Sí, las que más han cambiado son ‘Verte amanecer’, ‘Soda Stéreo’, ‘Tristeza’…»
B: «‘El sueño eterno’ nos dio muchos dolores de cabeza».
Ha quedado bastante electrónica…
B: «Pero es todo tocado real, superponiendo capas… sumando elementos hemos conseguido este toque de electrónica. Parece electrónica pero no lo es».
M: «En todos los discos hay dos canciones que dan mucha guerra».
B: «‘El sueño eterno’ estuvimos a punto de dejarla».
M: «Pero Lisandro (Montes, guitarra, programaciones) empezó a lograr esta base. Acordándonos de temas paquidérmicos de Depeche Mode o Sisters of Mercy empezamos a dar con la idea. Cobró vida propia y la acabamos en cuatro días. Ha sido el fruto de un proceso».
Pensé que el origen de este disco habrían sido temas más folk, abiertamente de hoguera tipo ‘El temblor’, de vuestro último disco. ¿Por qué habéis dicho que la idea viene de 2009?
B: «La gente te conoce por lo que has editado, que en este caso era electrónico, pero nosotros no nos reducíamos a eso. Somos pop, pero las canciones son tradicionales, yo toco el piano, habíamos hecho acústicos… Y es verdad que es en ‘La velocidad del vacío‘ cuando eso aparece en un disco».
M: «La idea de Dorian son tres vértices: indie, electrónica y nueva ola. Eso sería una manera de definir el sonido de Dorian en estudio, pero en realidad escuchamos muchas cosas y de muchos países distintos. Nos encanta la música folk, tenemos influencias de todo tipo».
Cuando decís folk, ¿a qué os referís? ¿Qué os ha podido influir?
Ambos: «Nico».
B: «‘Verte amanecer’ en este formato es bastante parecida a una de Nico, con cuerdas…»
M: «Nick Garrie, Nick Drake…»
B: «Nancy Sinatra y Lee Hazlewood son una influencia en ‘El temblor’. Pentangle me influyó para los arreglos de ‘Arrecife'».
M: «A Pentangle los vimos en Londres, luego ya murió Bert Jansch (NdE: esta entrevista es anterior a la muerte de John Renbourn) y nos sentimos muy afortunados de haberlos podido ver. Aquel concierto nos influyó mucho. Creaban telas de araña, es increíble cómo unos cubrían los instrumentos de los otros y mezclaban folk tradicional, medieval con blues…»
B: «‘Basket of Light’ es una maravilla».
¿Habéis escuchado muchos discos de autoversiones para escuchar ideas o evitar otras?
«El público joven se acerca con menos prejuicios a la música. Antes había una barrera mental para aceptar que te gusta la música del otro, como en ‘Quadrophenia'»
Al haber vivido en Londres entenderéis que este disco es como haber pasado de Radio 1 a Radio 2… ¿Os daba miedo espantar a vuestros fans más jóvenes? Os sigue mucha gente joven…
B: «También hay puretillas, sobre todo al principio. Teníamos un discurso un poco ochentas y les gustaba mucho la banda a los cuarentones. Yo creo que la gente joven lo va a entender ahora más que nunca, ya el indie, el jevi… es menos sectario. Ahora a la gente joven le gustan grupos muy diferentes».
M: «El público de ahora ya no está tan segmentado en tribus urbanas, lo cual es bueno y malo. Hemos ganado que el público joven se acerca con menos prejuicios a la música. Antes había una barrera mental para aceptar que te gusta la música del otro, como en ‘Quadrophenia’ cuando están el mod y el otro en bañeras distintas. Era la autoafirmación del individuo dentro de la tribu, pero creo que es interesante la manera desprejuiciada en la que el joven de hoy en día se acerca a todo».
B: «La nota negativa es que no se ahonda tanto, la gente no se pregunta a qué grupos se pueden parecer algunas cosas, pero bueno, está bien también la parte de «me gusta la música, me dejo llevar…»».
¿Esa es la parte mala a que te referías, Marc?
M: «La parte mala es que antes, cuando alguien se compraba con sus cuatro duros un disco de The Clash, le iba la vida en ello. Cuando la gente se vestía de una manera, era peligroso, te podían pegar. Había una actitud muy fuerte ante el mundo, ante la sociedad, en la moda, en la política… Esa potencia contracultural se ha perdido. Hay una homogeneización de la juventud, que es interesante en unas cosas, pero peligrosa en cuanto a otras».
«En España siempre ha sido difícil vivir de la música»
Hay una serie de grupos: Manel, Vetusta Morla… que venden mucho. ¿Creéis que estos grupos o vosotros hacen una especie de tapón y es difícil llegar ahí, o que la gente no tiene mayor interés? ¿Por qué es tan difícil para un grupo emergente llegar a este nivel en el que estáis sólo 6 o 7 bandas?
M: «En España siempre ha sido difícil vivir de la música. Hemos tenido años buenos, pero siempre ha sido difícil. Para los grupos noveles hay un drama y es que al no venderse discos, los sellos independientes no tienen dinero para apostar por el nuevo talento, que antes luego podía terminar en multis. Pienso mucho en esto porque me preocupa mucho. Cuando tienes 20 años no sabes nada de la industria, no sabes moverte en el entramado, no tienes contactos, ni mánagers. Necesitas que te ampare un sello, normalmente independiente, para que te lleve de la mano hacia el público. Ahora no se apuesta porque la gente no quiere comprar discos. Yo siempre digo: «si no te quieres comprar el disco de U2 no te lo compres, pero si ves el vinilo rojo de nosequién y te gusta y te lo compras, estás dando aire para que conozcamos bandas con talento que lo dejan porque llevan 5 años picando piedra y nadie les da una oportunidad». No es que hagamos un tapón, es que los sellos no tienen dinero, nadie les ayuda para ese primer trampolín».
B: «Pero muchas bandas de ahora lo hubieran tenido peor antes cuando la prensa te tenía que ayudar, le tenías que gustar a alguien. Ahora con internet hay más posibilidades».
M: «Eso puede pasar pero no ocurre siempre, tienes que tener alguien que te dé amparo, fuerza, que te diga: «venga, vamos a tocar a las cinco en este festival, dentro de dos años te pondrán a las ocho». Uno no puede tirar solo con su Facebook. Creo que cuando a alguien le gusta un disco debería comprárselo para poder seguir apostando por otros valores. Por otro lado, Vetusta, ¿cuántos años llevaban picando piedra? También diría: «si tenéis un sonido personal, tarde o temprano llegará vuestro momento».
Con lo del tapón, igual algo desafortunado, quería decir que veo que el grupo que atrae a 5.000 o 10.000 personas a un festival es Vetusta Morla o Love of Lesbian en lugar de uno internacional, pero por otro lado, no tengo muy claro que estos grupos desvíen público hacia otras cosas, por mucho que Pucho diga que le gustan Novedades Carminha.
B: «Yo creo que la gente va a la experiencia de vivir la música con el de al lado. No es como nosotros que íbamos a ver cosas a ciegas, o escuchar música a ciegas. La gente conoce las canciones y quieren ir a cantarlas con amigos. Y repiten y repiten. Yo a Depeche Mode iría siempre, me siento como los fans de Love of Lesbian (risas). También Rafa, el fotógrafo, le puso a una chica que le gusta la música comercial Dorian y le gustó y se le abrió un mundo, y le pidió más grupos».
M: «¿No crees que lo que dices ha pasado siempre? Nirvana vendieron 10 millones de ‘Nevermind’ y Sonic Youth vendían 300.000 copias como mucho, cuando Nirvana se pasaban el día hablando de Sonic Youth. ¿Qué pasa? ¿Que esos otros millones no tenían curiosidad?».
Ya, supongo que me refiero más a la Movida, creo que había más grupos de éxito y tengo la sensación de que esos grupos sí llamaban a otros grupos.
B: «Ahora la gente tiene un acceso sencillo a cualquier cosa, pero antes tenías que ir a conciertos, era una cosa más sectaria y si te enganchabas a algo, te enganchabas a la escena al completo».
M: «Entiendo por dónde vas. Sería deseable que la explosión del indie permitiera el acceso a otras propuestas. Pero ese acceso es exponencial hacia abajo: hay quien tiene una curiosidad alta, otros baja… y no sé si es tan distinto a lo que pasaba antes».
«John Talabot dirigió la trilogía de vídeos de Dorian, aunque nadie lo sabe…»
¿Qué grupos noveles os gustan a vosotros?
B: «Me gusta Mirémonos, que están en el sello de nuestro mánager. Los vimos en Barcelona y me lo pasé súper bien».
M: «Si trabajan duro pueden encontrar futuro. También me gusta mucho Aurora. Me gusta mucho también Pional, conocemos su trayectoria desde que empezaba. A nivel mundial, mucha gente importante se está fijando en la escena electrónica de aquí, como en John Talabot por supuesto…»
B: «John Talabot hizo la trilogía de vídeos de Dorian, aunque nadie lo sabe…»
¿En serio? Como al principio era su identidad secreta…
B: «Sí, tenía una productora audiovisual y él es el director de los tres vídeos».
En el disco colabora Santi Balmes de Love of Lesbian. ¿Escogió él la canción ‘Los amigos que perdí’ o la elegisteis vosotros?
M: «Tenemos relación con él desde hace años, desde que Dorian era un grupo maquetero. Hace unos meses participamos en el aniversario de Mondo sonoro y allí hicimos la versión de ‘Allí donde salíamos gritar’. Entonces nos dimos cuenta de que teníamos tesituras en común y le pedimos que cantara en el disco. Nosotros escogimos la canción».
¿Tenéis idea de por dónde irá el siguiente disco de estudio?
M: «Hay Dorian para rato. Vamos a tener un año muy intenso. Vamos a ir a muchos países, y también muchos conciertos en España. Después nos tomaremos un descansillo e iremos elaborando el nuevo material, pero va a ser un proceso muy instintivo. A saber cómo va a ser el siguiente disco».
En cuanto a letras, por vivencias sociales o personales, ¿por dónde creéis que iréis?
M: «Yo creo que voy a tener algunos cambios en las letras. Tengo ganas de tocar otros palos estilísticos. Estoy dándole vueltas, se tiene que ir macerando».
B: «A mí me gustaría que fuera como una mezcla de todo lo que hemos hecho. Recuperar la esencia del principio, pero con todo lo que hemos aprendido».
M: «Creo que sería una mezcla entre ‘La ciudad subterránea’ y de ‘Diez años y un día’, pero no sabemos lo que pensaremos dentro de 3 años. Esta pregunta es muy difícil…»