La confesión difiere ligeramente de las acusaciones originales. Rudd se ha declarado culpable de amenazar de muerte no a dos hombres sino a un hombre y a su hija de 10 años. El batería se encontraba en libertad condicional tras ser acusado de posesión de drogas por este mismo tribunal después de que la policía local encontrara 0,71 gramos de metanfetamina y 130 de cannabis en su domicilio durante la investigación de este asunto.
La persona a la que Rudd contrató para asesinar a este hombre, al parecer, sería un asociado de Rudd, al que el músico habría ofrecido la suma de 100.000 libras (unos 139.000 euros) para «deshacerse» de un antiguo empleado suyo, enfurecido tras las pobres ventas de su disco en solitario, ‘Head Job’. Según BBC News, Rudd está acusado de llamar a esta persona personalmente y amenazarla de muerte, aunque su abogado defiende que no fue más que una «llamada malhumorada» y nada más.
Rudd continuará en libertad condicional hasta el próximo 26 de junio, cuando se conocerá la sentencia.