Por el camino quedaron una serie de infortunios como la muerte de Mario Pacheco, que iba a editar el largo en Nuevos Medios; la marcha de Ángel Ramos, no sin antes haber añadido piano, percusión y orquestaciones fundamentales; y también la ilusión de sus participantes, que a pesar de haber dado algunos conciertos en este tiempo, han decidido tirar la toalla. Escribe Márquez: «Llegamos a la conclusión de que el mejor homenaje a La Ruleta China era acabar con final digno, justo con la salida del disco. Heredando la vigencia de éste (no su contemplación como algo obsoleto o arqueológico) desde la aventura de un nuevo avatar, desde la ilusión y no desde la rutina de continuar por más tiempo el bucle de directos que cada día, por falta de cohesión grupal y de prioridades creativas, estaban perdiendo completamente su razón de ser. De ahí que, haciendo una paráfrasis británica, podemos concluir que La Ruleta China (como las mamás pulpo) acaba justo con el alumbramiento de este disco y que tal alumbramiento depara, para Clara y para mí, El Día Después”.
Nace, pues, el mito en torno a este nuevo proyecto maldito que surgió hace casi una década con unos conciertos en la Sala El Sol del sexteto La Mueca, si bien las canciones de La Ruleta China, directas, sencillas, románticas en el sentido más conocido del término («yo sé bien que nunca te tendré, sólo te quiero olvidar, déjame hacerme a la idea y vete ya», dice ‘Espejismo’) no apuntan tan alto en su ambición. Lo cual no impide que sean bonitas y disfrutables. Lleva la voz cantante Fernando Márquez, con Charlie y Clara en general relegados a la función de coristas, acompañados también de las voces aportadas por The Rivers, que llenan de referencias a Beach Boys canciones como ‘Sunset Boulevard’ (ese principio) o ‘Las vírgenes Shibuyas’, un tema medio bossa lleno de sensualidad playera.
Pero las referencias principales son sobre todo españolas. Vainica Doble aparecen citadas, Carlos Berlanga es doblemente versionado, por un lado en ‘Septiembre’ y por otro en la pegamoide pista sorpresa del vinilo que no aparece en Bandcamp, nada menos que del tema que Fangoria le dedicaron a su muerte en La Riviera (‘A Voramar’ de Charlie Mysterio, por cierto, también podría ser suya), y el fantasma de Trabucchelli sobrevuela muchas de estas composiciones, como sucede en el disco de Francisco Nixon editado también estos días. Igualmente, ‘Somos de otro tiempo’, un tema a favor del «primer disco que grabó Miguel Bosé, ese que él parece no reconocer» y de que los «guisantes sean guisantes y no transgénicos mutantes», pero en contra del «Gran Hermano», gasta un humor parecido al de los C.R.A.G. que, al menos en parte, hemos vuelto a ver en directo con motivo de la reedición del seminal ‘Señora azul’.
Estamos, por tanto, ante un álbum de corte clásico, que deja momentos realmente capaces de cortar la respiración (como los coros de Clara en ‘Con paciencia’), aligerados por otros ligeros y próximos al easy-listening (‘Novio a la vista’), coronados -solo aparentemente- por la recuperación de ‘En cualquier fiesta’ de La Mode, más atemporal en esta revisión, si es que eso era posible.
Calificación: 7,5/10
Lo mejor: ‘Con paciencia’, ‘Las vírgenes Shibuyas’, ‘Septiembre’, ‘En cualquier fiesta’
Te gustará si te gustan: C.R.A.G., Josh Rouse, Carlos Berlanga
Escúchalo: Bandcamp