Mikel Erentxun / Corazones

A Mikel Erentxun le diagnosticaron una angina de pecho -en la ronda de pruebas previas descubrió que también tiene esófago de Barrett, al igual que Morrissey, artista al que ha versionado con terribles resultados dos veces- y todo el proceso de operación y recuperación se ha plasmado en ‘Corazones’, su último disco. El sueño húmedo de cualquier responsable de prensa de la industria discográfica: artista de 50 años, enfermedad, curación, su obra más madura, la más personal, etc.

Erentxun, que firma por primera vez todas las letras, se encerró en el estudio de Paco Loco, tocando prácticamente todos los instrumentos y disfrutando de un proceso de grabación más analógico, dejando que las imperfecciones quedasen plasmadas. En casi todas las entrevistas de promoción que ha concedido, el Duncan Dhu se muestra orgulloso de ello y aprovecha la coyuntura para culpar al Pro-Tools de todos los males del rock. A Mikel se le olvida lo de Leiva como icono de este género.

El caso es que es precisamente la producción lo que convierte a ‘Corazones’ en un disco notable. Tanto es así que los homenajes-saqueos a los Beatles resultan hasta simpáticos: ‘El hombre que hay en mí’ o ‘Veneno y Corazón’ (‘Revolution’ y ‘Eleanor Rigby’), por ejemplo. Hay lugar también para apuntes tremendamente personales e íntimos, como ‘Ojos de miel’, la primera visita de su hija pequeña al hospital; o ‘El corazón del dragón’, en la que narra, a lo ‘Ob-La-Di, Ob-La-Da’, cómo mientras iba corriendo por la calle tuvo el primer susto con la angina de pecho: «perdí la memoria en una mañana de invierno, los mares se abrieron a golpear el tambor, la sombra de un árbol fue la cruz en el suelo».

Lástima que el acierto -mayúsculo, ojo- de que la producción-homenaje no suene relamida y falsa gracias a unas letras sinceras no consiga salvar la totalidad del disco. Y es una pena porque, además de los ya citados, ‘Corazones’ tiene momentos francamente destacables. ‘Tú’ es, sin despeinarse, la mejor canción de Erentxun fuera de Duncan Dhu; y ‘Dakota y yo’ no le anda a la zaga.

Ahora, el hecho de que al trabajo le sobren 15 minutos, no quita para que ésta no sea la mejor entrega de un tipo que a finales de los 80 firmó, junto a Diego Vasallo, uno de los discos imprescindibles para entender el pop español, ‘Autobiografía’, y cuyos trabajos en solitario nunca consiguieron quitarse esa losa de encima. Sólo por eso, ‘Corazones’ es todo un logro.

Calificación: 6/10
Lo mejor: ‘Tú’, ‘Veneno y corazón’, ‘Dakota y yo’ y ‘Ojos de Miel’
Te gustará si te gusta: Duncan Dhu y los Beatles.
Escúchalo en: Spotify

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Publicado por
Nicolás del Moral