Jaime Cristóbal: «Seguiré haciendo Popcasting muchos años, es casi una necesidad vital»

Este viernes 15 de mayo se cumplen 10 años de emisión de Popcasting y, para celebrar el acontecimiento, tendrá lugar una fiesta en el Nebula Bar de Pamplona. Popcasting, aparte de la importancia histórica de ser el primer podcast musical en castellano, ha sido una gran fuente de inspiración para todos los que lo hemos seguido durante estos años. Con variedad estilística pero con mucho criterio, con sensibilidad pero sin sensiblería, con erudición pero sin soberbia, ha supuesto una cita quincenal ineludible para cualquier aficionado a la música pop.

Con motivo de este aniversario, tenemos la oportunidad de intercambiar unas preguntas con su creador, Jaime Cristóbal, músico involucrado en varios proyectos (Souvenir, J’aime, The Brillantina’s) y también colaborador de esta casa, especialmente en la sección «Clásicos que nunca lo fueron«.

Hola y feliz aniversario, Jaime. Repasemos: 10 años de Popcasting. 238 programas. Calculo que en torno a 350 horas de emisión. Cada 15 días fiel a la cita. Como mucho has retrasado puntualmente la subida de algún programa un par de días y siempre avisando a tiempo. ¿Cómo has conseguido ser tan constante?
Sobre todo porque me gusta mucho hacerlo. Siempre sacas un par de ratos para algo si estás motivado, y me sigue apeteciendo grabar nuevos programas igual que cuando empecé. Además la frecuencia quincenal fue un acierto, porque no supone una presión agobiante. Y siempre, hasta en los momentos más agobiantes de la vida, se me ocurren diez o doce canciones que poner.

¿Y en ningún momento durante estos 10 años se te pasó por la cabeza dejarlo?
La verdad es que no, nunca.

«Me gustaban Juan de Pablos, Diego A. Manrique, Danny Baker o Lauren Laverne. Llevaba varios años grabando recopilaciones en CD para amigos prácticamente cada mes. Al dárselas a veces comentaba detalles de las canciones, algún dato, por qué me gustaba ésta o aquella. De alguna manera Popcasting nació como una evolución de esa mixtape periódica»

Cuando empezaste con el programa en 2005, el mundo de los podcasts estaba muy poco desarrollado, especialmente en España. ¿Tenías algún referente aunque fuera en la radio convencional? ¿Tenías claro lo que querías hacer con Popcasting desde el inicio o tu idea ha ido evolucionando?
Bueno, siempre he tenido locutores musicales favoritos. Juan de Pablos obviamente; es un lujo que todavía podamos seguir disfrutando de sus programas. Siempre me encantó el sesgo autobiográfico y sentimental con el que conduce Flor De Pasión. De Diego A. Manrique siempre me encantó su falta de prejuicios al elegir canciones y lo bien que aporta datos sobre el artista o la obra. Pero también me gustaban locutores ingleses que escuchaba en XFM o en la BBC, gente como Danny Baker o Lauren Laverne. Yo creo que mi idea la tenía bastante clara. Llevaba varios años grabando recopilaciones en CD para amigos prácticamente cada mes. Al dárselas a veces comentaba detalles de las canciones, algún dato, por qué me gustaba ésta o aquella… siempre he sido un poco “pesado” con eso. De alguna manera Popcasting nació como una evolución de esa mixtape periódica, pero incorporando los comentarios. Y yo creo que diez años después sigo haciendo básicamente lo mismo.

¿Habías hecho radio antes o Popcasting ha sido tu primera experiencia?
Sí, a finales de los 90 había hecho un programa en una radio pirata de aquí en Pamplona, Eguzki Irratia, junto a un amigo. Un programa semanal en el que poníamos música y comentábamos; no duró mucho, dos o tres meses creo recordar. Me encantó hacerlo, eso sí, y yo creo que me quedé con las ganas. Así que con la llegada de internet estuve dándole vueltas varios años a cómo hacer algo parecido en la red.

En estos años, hemos visto cómo muchas radios han convertido los programas de sus parrillas en podcasts para un consumo asíncrono. Al mismo tiempo, muchos podcasts alcanzan niveles de calidad técnica y de contenido muy grandes. ¿Es la frontera entre programa de radio y podcast ya invisible? En tu experiencia, ¿hay algo que te parezca diferenciador para unos u otros?
Sí, la verdad es que a veces parece que casi no se distingue entre una cosa y la otra, la frontera se está difuminando. A mí el consumo asíncrono no me resulta tan extraño, desde siempre me grababa programas en cinta y los escuchaba después, incluso los programaba con uno de aquellos temporizadores que conectabas a un enchufe. De todas formas yo creo que sigue habiendo algo único en algunos podcasts “puros”, un cierto ambiente caótico, informal, o íntimo, que en la radio es imposible de conseguir. Y pienso que eso seguirá existiendo siempre. Era el espíritu de muchos de los primeros podcasts musicales que hubo en EEUU, como Tracks Up The Tree, donde los presentadores decían muchas tonterías, o se emborrachaban durante el programa. Ese aire informal sigue vivo en propuestas actuales, como Sassfactor, el efímero podcast de Emmy The Great y Elizabeth Sankey, que es algo que no tendría cabida en una radio. Un podcast grabado en la habitación de una casa tiene algo único, al igual que un disco grabado en un dormitorio será siempre diferente a uno grabado en un estudio.

En relación a eso, ¿te han hecho proposiciones desde la radio?
Pues no, la verdad.

Los seguidores de tu programa sabemos que tienes oyentes en los lugares más insospechados. ¿Qué relación tienes con tu público? ¿Interactúan contigo? ¿Dan su opinión? ¿Recomiendan canciones? ¿Te ha servido Popcasting para descubrir nueva música o lo ves como una relación más unilateral?
Hay un grupo de oyentes que se comunican con regularidad. Algunos son amigos, a otros los he conocido a través del programa, y sí, suelen recomendarme canciones, ponerme sobre aviso de cosas… es algo que se agradece mucho. Y a través de Popcasting he descubierto cantidad de música, claro, porque de hecho el programa es el acicate que tengo para seguir oyendo cosas nuevas o investigar cosas viejas. Cuando lo empecé también tenía eso en la cabeza, había momentos en los que tenía la sensación de que me daba más pereza enfrentarme a nuevos discos, así que intuía que comenzar con ese proyecto me ayudaría a no descolgarme. ¿Viste ese estudio que encargó Spotify y que decía que a los 33 se dejaba de escuchar nueva música? Pues yo empecé Popcasting justo con 33 años, jaja.

Ahora que citas a Spotify, parece que no pero en 10 años han cambiado muchas cosas. Popcasting es, por ejemplo, anterior a la explosión de las redes sociales o a las plataformas de streaming. Siempre has estado atento a todo esto y la presencia del programa ha sido rápida pero, ¿te han entrado dudas con respecto a la vigencia del formato podcast?
No tengo dudas, creo que las redes sociales o las plataformas de streaming complementan muy bien al mundo podcast, pero cada una ofrece cosas diferentes. A través de una red social se puede también compartir una decena de canciones y comentarlas, pero es algo más efímero, que se pierde conforme el muro se desliza hacia abajo, y que no te puedes llevar para escuchar mientras das un paseo o vas a correr, por ejemplo.

Siempre he tenido dudas en relación a cómo grabas el programa. Hablas en todo momento con fecha del día de subida, pero no sé si los grabas mucho antes o justo en el momento previo. Ni tampoco si los grabas a trozos o todo del tirón. O, lo más importante, si escuchas las canciones enteras mientras lo estás grabando.
Uff, respecto a cuándo lo grabo depende mucho. Casi siempre es uno o dos días antes de subirlo, pero puede ser antes. Eso sí, lo grabo del tirón en el 99% de los casos, y escuchando las canciones enteras. Me gusta hacerlo así porque creo que queda mucho más auténtico, estoy seguro de que sonaría diferente, más falso, si grabase por separado las voces y luego lo montase todo. Cuando acabo edito mínimamente algún fallo o silencios entre canciones que hayan quedado excesivamente largo, ajusto los niveles… esas cosas.

Cualquier oyente habitual de tu programa sabe que tienes una profesión, una familia y no pocas aficiones. En absoluto es un podcast personalista, pero sí que das la información necesaria para que podamos entender por qué una canción es especial. Incluso, hace unos pocos programas utilizaste un formato de diario de manera explícita. Sin embargo, hay que hilar fino para saber que tienes varios proyectos musicales de bastante importancia, lo cual es algo muy profesional por tu parte. ¿Dónde pones el límite de lo que quieres contar y lo que no?
Jaja, bueno, no me lo planteo mucho, creo que instintivamente sabes hasta dónde puedes contar sobre temas personales. Normalmente es suficiente con una pincelada para contextualizar por qué pones una canción. El tema de mis grupos la verdad es que desde el principio me apeteció separarlo bastante de lo que es el podcast. Supongo que quería que quien lo escuchase lo valorara en sí mismo, porque es algo totalmente diferente, que podría haber acabado haciendo igualmente aunque no hubiese llegado a tener ningún grupo.

«Creo que todavía hay mucha más gente que conoce mis grupos que la que conoce Popcasting. Respeto totalmente los gustos de la gente, y a quien le guste más mi faceta divulgadora pues me parece magnífico, lo mismo que al contrario»

En cuanto a tus grupos, cuando se combina la faceta musical con otra divulgadora se tiende a comparar. Por ejemplo, hay quien considera que el libro de Bob Stanley es mucho más relevante que su trabajo en Saint Etienne. ¿Has tenido miedo alguna vez de que Popcasting pudiera eclipsar a Souvenir?
Uy, eclipsar suena un poco exagerado, ¿no? Yo creo que todavía hay mucha más gente que conoce mis grupos que la que conoce Popcasting. Respeto totalmente los gustos de la gente, y a quien le guste más mi faceta divulgadora pues me parece magnífico, lo mismo que al contrario. Quien siga ambos podrá percibir que en los programas suenan a veces cosas que meses después han resultado influyentes en un disco. Personalmente, en el caso de los artistas que han hecho radio musical o escrito sobre música (Jarvis Cocker, Bob Stanley, Bob Dylan) me gustan mucho sus dos facetas.

Pero, por ejemplo, el twitter de Popcasting no se limita sólo a ser una ventana de comunicación con el programa, sino que además funciona como tu propia cuenta personal. ¿Eso es porque lo ves como tu proyecto más sincero, más íntimo?
Sí, es cierto. A veces ni me doy cuenta de que la gente está leyendo mis opiniones desde la cuenta de un podcast, pero supongo que es parte de la naturaleza informal del podcast mismo.

Uno de los signos de identidad de Popcasting desde los inicios es un manifiesto orgullo en la variedad de estilos. En un programa cualquiera es normal empezar con algo de pop electrónico actual, pasar al folk británico, meter algo de country y rock’n’roll, de ahí a una pinceladas de exotica, un toque de doo-wop, otro de jangle y ya rematar con una torch song crepuscular. Aun así, ¿dejas algo de lado? ¿En alguna ocasión has intentado meter una canción que, por lo que fuera, no había manera?
Hay géneros que casi nunca suenan porque no me gustan, pero hasta en eso hago excepciones si hay causas justificadas… como cuando puse una canción de Poison porque había sonado en una fiesta y había sido un momento sensacional, o cuando sonó otra de Anvil porque había visto la peli y me había encantado. Casi siempre que se quedan canciones fuera es porque no me pegaba en la secuencia del programa, no aportaba nada interesante. Si sigue sin encajarme en el siguiente programa casi siempre se quedan sin sonar. Por el propio planteamiento de Popcasting no me gusta que suene algo sin más. Por ejemplo, durante unos meses hice una especie de sección llamada Alfabeto Musical en la que cogía un disco de mi colección (que está ordenada alfabéticamente) siguiendo las letras del abecedario. Pero algo tan aleatorio no acababa de encajar bien nunca, y al final dejé de hacerla.

En cuanto a ese tema de encajar canciones, para todos los que hacemos listas recopilatorias, secuenciar es más que un arte. ¿Cómo trabajas el orden de las canciones? ¿Tienes alguna técnica o manía?
No tengo ningún método o protocolo, es como cuando grababa cintas recopilatorias, o cuando pinchas… de forma instintiva ves enseguida qué puede pegar para empezar o para acabar, o qué queda bien seguido de qué. Supongo que casi siempre tiene que ver con tu estado de ánimo. Hay días que me apetece comenzar en plan explosivo, otros todo lo contrario…

«Me resultaría casi imposible ceñirme a un solo estilo. Encorsetarme tanto es algo que me aburre, me pasa en el programa pero también con Souvenir y el resto de proyectos. Hay demasiadas cosas chulas en ámbitos muy distintos como para dejarlas de lado»

Si tuvieras que, obligatoriamente, hacer un programa centrado en un estilo (como muchas veces ocurre en radios comerciales), ¿por cuál de todos te decantarías a día de hoy?
Creo que me resultaría casi imposible ceñirme a un solo estilo. Encorsetarme tanto es algo que me aburre, me pasa en el programa pero también con Souvenir y el resto de proyectos. Hay demasiadas cosas chulas en ámbitos muy distintos como para dejarlas de lado. Como mucho haría un programa sólo de “oldies”, o por ejemplo uno sólo de discos de vinilo.

¿Hay algún programa de Popcasting que recuerdes con especial afecto?
El que comentas reciente que planteé leyendo las entradas de un diario disfruté mucho haciéndolo y creo que volveré a repetirlo. Durante muchos años escribí un diario, y Popcasting es como un cuaderno de bitácora de temática musical. Pero nunca lo había hecho de manera literal, y me gustó. También recuerdo con afecto y a la vez pena los programas que he dedicado a ídolos fallecidos, como el de Ellie Greenwich, el de Willie DeVille o el de Josetxo Ezponda. Por último, los especiales de verano me dan la oportunidad de experimentar con cosas distintas, me he quedado muy satisfecho con cosas como el especial de canciones de dos acordes, el especial de “a capellas”, el de canciones con fallos, o el de canciones de sonido disco hechas por artistas que no lo eran.

Un recurso habitual de Popcasting es solventar injusticias y seleccionar una canción que debería haber sonado hace 4 años, pero que se quedó a las puertas y, al recordarla o volverla a escuchar, viste que era imperdonable. Mucho más difícil sería hacer lo contrario, eliminar canciones cuya selección, vista hoy, podrías considerarla un error. ¿Te atormenta alguna canción de algún programa que, con el tiempo, has acabado odiando?
Jaja… ¡no, creo que no! Sigo defendiendo todo lo que he puesto en todo este tiempo. Al contrario, si tengo algún remordimiento es por canciones que iba a poner, no encajaban, y dejé de lado. O por canciones tan clásicas y tan buenas que da uno por sentado y nunca se te ocurre poner. Por ejemplo, casi no han sonado los Beatles en estos 10 años, y no es muy explicable.

Por último, la pregunta inevitable. ¿Cómo ves los próximos 10 años de Popcasting?
Uff, sería como predecir mi propia vida, no sé por qué derroteros va a transcurrir. Sí puedo decir que seguiré haciéndolo por muchos años, es casi una necesidad vital. Hay tanta música genial que nunca ha sonado… y por supuesto siempre habrá nuevas canciones maravillosas que habrá que reivindicar.

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Publicado por
Carlos Úbeda