Su fórmula es sencilla: predican un pop electrónico igual de oscuro que frío como un témpano de hielo sobrado de sensibilidad, gracias a las cuerdas vocales que Christina se gasta (que tanto pueden recordar a Banks y las hermanas Say Lou Lou, como a la desaparecida en combate Dido). Ese menos es más instrumental, de una pulcra desnudez melódica gracias al uso de sintetizadores y cajas de ritmo que huyen de cualquier estridencia, marcan la batuta de los seis temas con los que se presentan oficialmente en sociedad. Y, además, son tan apañadas que se autoproducen a pesar de que el ingeniero de sonido de The Knife, Christoph Berg, les ha echado un cable embelleciendo sus demos para la ocasión (los arreglos de la fúnebre ‘The Call’ bien podrían haber colado en la discografía de los suecos).
Aunque se pongan un poco más uptempo de la cuenta en ‘Ruby’ (escuchándola me la imagino con mayor garra todavía en boca de Shanoon Funchess de Light Asylum), el dúo incluso se atreve a versionar en clave soul futurista el ‘Take Me To The River’ de Al Green y, sobre todo, cierran su EP con la preciosa ‘Aliaa’, un tema que dedican a la activista egipcia Aliaa Magda Elmahdy. Ojito con ellas porque, aun no inventando nada, su fórmula goza de un envoltorio de lo más efectista. Y, para más inri, telonean a Róisín Murphy en parte de su gira británica, por lo que seguro que vas a seguir escuchando y leyendo más cosas sobre ellas desde ya mismito.
Calificación: 7,6/10
Lo mejor: ‘Think’, ‘The Call’, ‘Aliaa’
Te gustará si te gusta: el synth-pop oscurantista, una versión más soulera y minimalista de The Knife o Say Lou Lou y las voces femeninas delicadas que derrochan elegancia y sensualidad a partes iguales.
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