El camino hacia el sold-out de Maroon 5

Maroon 5 siempre han estado por aquí o por allá, hay quien recordará lo que nos sorprendimos de lo que molaba ‘Makes Me Wonder’, ¿pero en qué momento se han convertido en una banda llenaestadios capaz de actuar en el Palau Sant Jordi y en el Palacio de los Deportes con todo agotado con semanas de antelación? Hay tanta gente que suena en la radio incapaz de conseguir esto que esta visita a Barcelona y a Madrid era de las que no había que perderse. Porque sí, ‘V‘ sigue sin ser precisamente perfecto, ¿pero quién puede negar que detrás de sus 3 singles principales hay 3 superéxitos fundamentales de nuestros tiempos?

Y eso es lo que puede decirse de casi toda su carrera. Sus álbumes están despreocupados de las listas de lo mejor del año de los blogs alternativos, ni siquiera parecen pensados para recibir Grammys ni -bajando de rango- Brits a la mejor música internacional. Sin embargo, la colección de éxitos de Maroon 5 es de órdago, haciendo que su justísima hora y media de concierto -personalmente no necesito más tiempo con la banda de Adam Levine- fuera básicamente un “hit after hit” con ecos de Bon Jovi o una suerte de soft heavy en el que los solos de guitarra eléctrica (rosa en el caso de Adam) pretendían ser una cumbre del set; U2 en algún momento semi acústico como ese ‘She Will Be Loved’ reservado para parte del bis; y sobre todo Eurovisión, festival al que remitían constantemente sus dianas pop un poco facilonas de poco más de tres minutos.

Empezaron fuerte con uno de sus mayores éxitos recientes, ‘Animals

‘, dejando en realidad para la segunda parte del set la artillería pesada: un ‘Maps’ seguido de un ‘This Love’ que todo el mundo entonó de pe a pa después de haber arrancado a capella, ‘Sunday Morning’, ‘Makes Me Wonder’, ‘Payphone’ y para terminar -de mentira- ‘Daylight’. Confieso que esperaba algo más de montaje en un recinto tan grande. Pero como si Adam Levine, con su camiseta negra con estampado esquelético y vaqueros, se supiera el espectáculo en sí mismo, lo único que vimos moverse eventualmente, aparte de a él mismo, fue un panel de luces. Por lo demás, fue el bello y macarrilla Adam quien animó el show, dejando algún momento hilarante. “¿Cuántos chicos hay? ¿Cuántas chicas hay? ¿Cuántos chicos solteros? ¿Cuántas chicas solteras?”. Y con esto último, el delirio. Nunca he visto tanta gente mintiendo junta.

El bis mostró a ‘This Summer’s Gonna Hurt Like a Motherfucker‘ como mejor himno electropop veraniego del que probablemente sea. Y la primera mitad, la reducida, de ‘She Will Be Loved’ a Adam como mejor vocalista en vivo de lo que había mostrado durante la mayoría de la noche. Recurre a las voces dobladas, tan de moda, rara vez (sobre todo en la anterior “Summer’s”), pero su problema parece un exceso de falsete/maullido de dicción cuestionable que no siempre contribuyó al fluir de las canciones. Por lo demás, un show correcto, muy entretenido, que se cerró con la contagiosa ‘Sugar‘ antes de resolver la duda de la que partíamos: sí, fue la funky ‘Moves like Jagger’ (sin Christina Aguilera, ni invitada en las pantallas) la canción más celebrada. Y la que terminó de poner a este grupo en el mapa. Justo cuando empezábamos a pensar que decaían con los olvidados singles de ‘Hands All Over’, supieron resurgir y desde entonces todavía no han tropezado. En los tiempos en que la gente ya no es fiel a ningún artista, y mucho menos si este es medio pop, es reseñable que el público les haya perdonado aquel pequeño traspiés. 6.

Foto: Facebook de Live Nation.

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Publicado por
Sebas E. Alonso
Tags: maroon 5