Desde el principio, Leon Bridges se ha preocupado de utilizar equipos vintage en las grabaciones para recrear los sonidos de los años 50 o 60, y no se ha cortado a la hora de cuidar su estética. Se comenta que una de las primeras conversaciones que tuvo con el productor Austin Jenkins, guitarrista de White Denim, fue precisamente sobre ropa; y a la vista de todos está a qué remite la portada de este disco que edita esta semana nada menos que Columbia.
El artista no se ha quedado en la superficie de seguir los patrones de un ‘Stand By Me’ -a ella recuerda, más que a Van Morrison, ‘Brown Skin Girl’- e incluso la pronunciación de estribillos como «Let me tell you, darling, Oooh ooh ooh, Ooh whoo-ooh» remiten a otra época. Como por supuesto sus vientos o los de ‘Better Man’, pero también el tipo de hipérboles usadas en composiciones como esta («I’d swim the Mississippi river / If you would give me another start, girl») o ‘River’ («Been travelling these wide roads for so long / My heart’s been far from you / 10 000 miles gone») y la deliciosa inquietud de ‘Smooth Sailin».
Su documentación sobre los clásicos no se ha limitado a imitar los parámetros más sobados del soul y canciones de Sam Cooke como ‘Teenage Sonata’ parecen haber inspirado el doo wop de ‘Shine’, un tema con un punto góspel en el que Leon Bridges ruega al Señor que le perdone sus pecados como si estuviéramos en los años 60; y ‘Pull Away’ (irresistible en cualquier momento de la vida ese «I thought that our love was true / But all along, I was wrong»); mientras el rhythm & blues del clásico ‘Twisting’ The Night Away’ o ‘Having a Party’ puede haber inspirado canciones más blues como ‘Flowers’ o casi country como ‘Twistin’ & Groovin’, también con un puntito jamaicano y cargada de celos, contradicciones y rabias.
Lo que nos recuerda que la Amy Winehouse de ‘Unholy War’, ‘He Can Hold Her’ o ‘Addicted’ podría haber firmado algunas de las canciones de este disco, como es el caso de esa ‘Lisa Sawyer‘ dedicada a la luchadora madre de Leon con inequívoca inspiración social, que también podría haber sido del puño de Marvin Gaye. En ese sentido, a Bridges quizá le falte haber sabido hacer un disco más original con un toque siglo XXI, más ácido en cuanto a lírica, pero como mímesis de lo que fue el sonido de una época, es increíble.
Leon Bridges visita Barcelona y Madrid en septiembre.
Calificación: 8/10
Lo mejor: ‘Coming Home’, ‘Lisa Sawyer’, ‘Shine’
Te gustará si te gustan Sam Cooke, Otis Redding, Eli «Paperboy» Reed
Escúchalo: NPR