Las piezas que conforman ‘Red Kite’ son de pop refinado y folk orgánico con coartada nostálgica. Una paz campestre, inequívocamente británica, se cuela en todas las canciones, hasta formar un disco de sonoridades algo manidas, pero hermoso y confortable, en el que destaca, por encima de todo, la voz de Sarah, tan personal y reconocible. De hecho, todo remite a un universo idealizado de sonidos sixties, desde la inicial ‘On The Swings‘, a la nana final ‘My Favourite Chair’.
Canciones como ‘In The Dark’o ‘The Mutineer’ recuerdan al folk pastoral y misterioso de Vashti Bunyan, ‘Ragdoll’ se aproxima a la psicodelia de los Beatles más amables, ‘Underneath The Stars’ vira hacia la torch song, pero dentro de la contención y la elegancia propias de Sarah; ‘I Close My Eyes’ suena como si Burt Bacharach la hubiera compuesto para una Dusty Springfield atemperada… De lo poco que escapa del ambiente bucólico, ‘I’m not your enemy’, un tema noir cercano a las bandas sonoras de James Bond y ‘Nothing Left To Talk About
’, dúo con Nicky Wire de Manic Street Preachers y, prácticamente, la única canción que no parece estar fuera del tiempo.‘Red Kite’ no pretende ser original, sino simplemente ser un álbum muy bien construido, confiable y evocador, para gozar sin preocupaciones. Como un descapotable rodando una tarde de verano por la Costa Azul o un guateque en la playa amenizado por un pick-up. Sí, así de tópico suena. Pero también, así de agradable.
Calificación: 7/10
Destacadas: ‘Nothing Left to Talk About’, ‘In the Dark’, ‘Underneath the Stars’
Te gustará si te gusta: Saint Etienne (obvio), Nico, Vashti Bunnyan y el pop femenino de los 60 más adulto.
Escúchalo: single en Youtube.