Wolf Alice / My Love Is Cool

Un lustro después de gente como Yuck o PS I Love You, siguen apareciendo grupos que redundan en clichés noventeros y logran el éxito comercial, en este caso a lo grande: al debut de la banda británica Wolf Alice, que pasara hace 2 años por nuestra sección Revelación o Timo, sólo le ha impedido ser top 1 en Reino Unido el furor pro-Florence + The Machine

post-Glastonbury. Lo tienen todo: canciones con vocación de himno generacional como ‘Bros’, recuerdos de Smashing Pumpkins, L7 y otras producciones de Butch Vig, letras sobre falta de identificación con el entorno que te rodea y las gotitas justas, muy justas, de proyectos más arty de aquellos tiempos como Sonic Youth o My Bloody Valentine, apenas perceptibles en pistas como ‘Lisbon’ o ‘Swallowtail’.

Evitando la tentación de comparar a Wolf Alice únicamente con otros grupos con cantante chica, más que a Garbage, ‘My Love is Cool’ a lo que recuerda es a ‘Mellon Collie and The Infinite Sadness’, aquel disco y cassette doble de los de Billy Corgan, en el que no sólo cabían singles rabiosos de grunge como ‘Bullet With Butterfly Wings’, sino también otros más preciosistas, de desarrollos inesperados o baladas. Este disco de Wolf Alice será recordado evidentemente por la mencionada ‘Bros’ y otros sencillos tan certeros como ‘Giant Peach’, tan inmediato que a veces parece estar siendo entonado más bien por una cantante de pop tipo Wendy James.

Pero esos momentos contrastan por ejemplo con el arranque del disco, ‘Turn to Dust’, más delicado en la línea de Hooverphonic; o con la sensual ‘Freazy’, toda una sorpresa que bordea lo veraniego sin querer rebasar esa línea, mientras la letra, de manera insólita, trata el inesperado tema del autobombo, que da nombre al álbum: «Did you really wanna… with Alice? / Did you really wanna… with the wolf? / You can hate us all you want but / It don’t mean nothing at all / You can join us if you think you’re wild / You can join us if you’re a feral child / Our love is cool».

Con estas canciones, Wolf Alice se alejan de las comparaciones con los mencionados Yuck y del sonido Savages y Sleater-Kinney que rozan en contados momentos, para acercarse a otros más pop tipo The Joy Formidable o incluso atmosféricos en la onda shoegaze, como en la envolvente y compleja ‘Swallowtail’. Cuando llega la electrónica ‘Soapy Water’ ya es claro que les da igual qué adaptar mientras ese sonido pueda enmarcarse dentro de la década que más les interesa.

Tanto les gustan los 90 que a veces sus letras parecen sacadas también de otros tiempos. Sucede en su himno a la amistad, ‘Bros’, con ese «Remember when we cut our hair? / We both looked like boys but we didn’t care» que suena más desfasado que una comedia indie de hace 20 años; o en versos que podría haber escrito cualquier adolescente de la época («You ain’t going to Heaven (Eyes wide, eyes wide) / Cause I’m draggin’ you down to Hell (Eyes wide, eyes wide)»). Esto y la ausencia en la edición europea del disco de su mayor hit hasta ahora ‘Moaning Lisa Smile’ afean un tanto el debut de Wolf Alice, que no obstante tiene de sobra cualidades para seguir ganando seguidores durante los próximos meses: todos los artistas citados en este artículo funcionaron a modo de «sleeper».

Wolf Alice actúan este jueves 9 de julio a la 13.00 en Fnac Callao y en septiembre lo harán en Dcode.

Calificación: 6,9/10
Lo mejor: ‘Bros’, ‘Swallowtail’, ‘Freazy’
Te gustará si te gusta: Smashing Pumpkins, Blonde Redhead, The Joy Formidable
Escúchalo: Spotify

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Publicado por
Sebas E. Alonso
Tags: wolf alice