Al parecer, a los responsables de Wolfee Donuts le han servido las dos disculpas públicas que ha hecho Ariana sobre su comportamiento cuando “guarreó” todo lo que pudo en la tienda y dijo que odiaba América y a los americanos, por comer ese tipo de cosas. Y aunque parezca una tontería, que lo es, el caso ha traído incluso consecuencias para la cadena de comida, que en los últimos días ha visto cómo su grado de sanidad ha sido rebajado
por culpa de ir vendiendo donuts con los restos orgánicos de una estrella del pop.