Christina Rosenvinge, siempre mejor de cerca

Hay cierta intención en las canciones de ‘Lo nuestro‘ de sonar más grandes, como más adecuadas para un festival. La misma Christina Rosenvinge lo confesaba durante nuestra reciente entrevista: «A veces lo que te suena bien con guitarra luego no suena bien en un escenario y yo quería que esta vez sonaran bien las canciones en escenario grande». Pensaba, probablemente, en los singles o adelantos ‘La tejedora’ y ‘La muy puta’.

Pero el concierto exclusivo «On the Go» de ayer, organizado por Starbucks Discoveries para 200 privilegiados, fue un recuerdo de lo bien que se maneja Rosenvinge en las distancias cortas. Con el público sentado en el suelo de la terraza de La Casa Encendida (Madrid) y en formato trío, sonaron exquisitas canciones intimistas habituales de su repertorio como la inicial ‘Romeo y los demás’, ‘Liar to love’, ‘Las horas’ o ‘La distancia adecuada’. También hubo ocasión de disfrutar de otras canciones más animadas como ‘Anoche’, ‘Eclipse’ o ‘Alguien tendrá la culpa’. Pero cuando el show triunfó de verdad fue cuando Christina, dada la cercanía con el público, pudo explicar la historia detrás de la preciosa ‘Pobre Nicolás’ («es para Nikola Tesla, que inventó la electricidad que hoy podemos usar sólo parcialmente (por no molestar a los vecinos). No registró nada y murió arruinado en una habitación en una pequeña azotea como esta, rodeado de palomas»); o cuando, por no molestar a esos vecinos, redujo ‘Mi vida bajo el agua’ para presentar una versión minimalista, renovada, con una pequeña base casi propia de la primera Björk, que nunca antes habían tocado, y que sonó mejor que la original. «Me ha gustado mucho, hay que agradecer a la vecina, ahora vamos todos a decírselo», concluyó ella misma.

El final llegó con las agresivas ‘La muy puta’ y los aullidos que se confunden con distorsiones de guitarra en ‘La tejedora’, perfecta en este escenario, melena al viento. Como si a esas horas, la vecina ya no tuviera tiempo de llamar a la policía para interrumpir el concierto. Y ojo porque, como si estuviera programado, en ‘La muy puta’, una canción sobre la muerte, comenzaron a oírse sirenas de ambulancia procedentes de la calle. Seguramente la propia Christina se quedó maravillada del resultado y por eso se le fue algo la letra. No hubo bis, aunque se pidió (y echamos de menos ‘Balada obscena’ y ‘La absoluta nada’), pero compensó saliendo a firmar / saludar / hacerse fotos.

El día 30 hay una nueva oportunidad de asistir a este evento intimista en Barcelona. Podéis apuntaros aquí.

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Publicado por
Sebas E. Alonso