Veruca Salt / Ghost Notes

Veruca Salt surgieron en Chicago en los noventa, lideradas por Louise Post y Nina Gordon, ambas cantantes, guitarristas y compositoras. Practicaban un indie-rock que les hacía parecer unas hermanas pequeñas de las Breeders, pero tenían el suficiente fuste como para llamar la atención. Enseguida consiguieron calar merced a sus dos primeros discos, ‘American Thigs’ (1994) y ‘Eight Arms to Hold You’ (1997). No alcanzaron puestos de Champions, pero sí que se metieron de lleno en la Primera Division de la música alternativa. Sin embargo, rápidamente se diluyeron. La suya fue una carrera azarosa, salpicada de separaciones y alejamientos desde el primer momento. Nina abandonó la nave en 1998. Un par de discos en 2000 y 2006, dirigidos por Louise, pasaron bastante desapercibidos. Ahora, en 2015, recuperan la formación original (que incluye a su bajista y batería primigenios) y regresan de nuevo, esta vez con un intento más serio que remite automáticamente a sus discos de los noventa. Como si la década de los dos miles no hubiera existido.

‘Ghost Notes’ está cuajado de piezas efectivas, entretenidas… y anacrónicas. Como si Gordon no se hubiera largado en 1998, como si este fuera el hipotético disco que Veruca Salt nos tendrían que haber ofrecido en 1999 si se hubieran mantenido unidas. Resulta delicioso por su ingenua transparencia; Veruca Salt jamás resultaron especialmente originales, tampoco ahora pretenden ser modernas. ¿Para qué cambiar si lo que sabes hacer se te da bien? Este es un simpático intento de recuperar las sonoridades post-grunge de los noventa, sin más intenciones que entregar un producto honesto y ameno. Se resiente, por eso, de la falta de canciones de bandera. Los temas son pulcros, pero no hay ningún gancho a la altura de ‘Seether’, la canción que las catapultó a la mini-fama. Aun así, todo lo que ofrecen es de calidad. ‘Black and Blonde’ despista con su breve intro a lo ‘Atmosphere’ de Joy Division, ‘Eyes On You’ las acerca a los mejores momentos de Foo Fighters… Pero lo que realmente se impone es la fórmula «loud-quiet-loud»: introducciones calmadas que estallan en estribillos de domesticada fiereza. Pero también hay pizpiretas piezas de indie rock acelerado: ‘The Sounds of Leaving’, ‘The Museums of Broken Relationships’ y, sobre todo, ‘I’m Telling You Now’, que se acerca un poco a su hit ‘Volcano Girls’: brío, guitarras veloces, riff infecciosillo, estribillo molón, las dos voces de chicas cantando a la vez, coros haciendo uh-uh al estilo ‘Sympathy for the Devil’ y toda la parafernalia. Asimismo, se pueden rastrear otros momentos curiosos, como la simpática similitud de ‘Come Clean, Dark Thing’ con ‘Summer of 69’ de Bryan Adams, algún eco de Beatles en ‘Lost to Me’ o el final épico y grandilocuente con ‘Alternica’, una prima segunda de ‘Gouge Away’ pero salpicada de cuerdas y vientos, a la que sólo le falta el coro de niños (afortunadamente, no lo hay).

Sí, Veruca Salt en 2015 suenan adorablemente pasadas de moda. Todo en este disco es entrañable y confortablemente «noventero», sin aristas que arañen la piel. Canciones mullidas y familiares para que, los que tenían veinte años en 1997, suspiren mientras musitan: «ay, yo estuve allí».

Calificación: 6,5/10
Destacadas: ‘Eyes On You’, ‘The sounds of Leaving’, ‘I’m Telling You Now’
Te gustará si te gusta: el indie-rock norteamericano de 1994-1999, especialmente la facción Breeders o Magnapop.
Escúchalo: Spotify

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Publicado por
Mireia Pería
Tags: veruca salt