“No es por el dinero, aunque mi porcentaje, como el de otros artistas, se ha visto dramáticamente reducido debido a acuerdos malos realizados sin mi consentimiento. Pero es por la calidad del sonido”, ha indicado, señalando que no quiere que su música se vea devaluada por «la peor calidad de la historia de la comunicación o de cualquier otra forma de distribución”. Neil continúa: «No me siento bien dejando que esto se venda a mis fans. Es malo para la música. Cuando la calidad vuelva, le echaré otra ojeada. Nunca digas nunca jamás».
Otros artistas reticentes a Spotify y compañía no insistieron tanto en la calidad: Björk prefirió simplemente dejar pasar unos meses antes de que ‘Vulnicura’ apareciera en las plataformas de streaming y Taylor Swift se ha casado con Apple Music en exclusiva.