‘Love & Mercy’, el desequilibrado biopic sobre Brian Wilson

Las biografías de estrellas del rock atormentadas suelen servir para fabricar películas según el manido esquema triunfo-descenso al infierno-resurrección. Pero la de Brian Wilson es una vida con poca épica y una decadencia patética y larga, de la que nunca se ha acabado de recuperar, y no encaja bien en la típica hagiografía hollywoodiense. Sabedor de eso, Bill Pohlad, su casi debutante director, prefiere un retrato algo más sosegado; un díptico que omite la etapa más negra de su biografía para centrarse en dos fechas, 1966 y 1985. Así, el film salta alternativamente entre el Brian genial que pergeña ‘Pet Sounds’, pero que empieza a descender a los abismos de las drogas y la enajenación; y los restos del naufragio en los ochenta, ya recuperado de sus adicciones pero no de la enfermedad, prisionero del siniestro psicólogo Eugene Landy. Para interpretar a Brian en las dos etapas, Pohlad decidió escoger a dos actores diferentes, con magníficos resultados. Paul Dano conquista el físico del Brian joven. John Cusak, que a priori no parecía una buena elección, mimetiza los gestos, los tics y la voz del Brian de los ochenta. Junto a ellos, una eficaz Elizabeth Banks soporta un peso importante de la función como Melinda Ledbetter, novia y rescatadora del Brian de los ochenta.

El problema del film es el desequilibrio. La parte de los sesenta es tan palpitante que eclipsa la trama de los ochenta. Ahí manda la música y la construcción del mito, envueltos en una cuidada dirección artística que mima hasta el último detalle. Pohlad sabe transmitir la pasión de su protagonista por el pop perfecto y consigue los momentos más emocionantes cuando Brian empieza a tejer el tapiz instrumental que sustentará ‘Pet Sounds’. En comparación, la trama de 1985 palidece, cae en el maniqueísmo y es demasiado esclava del tópico argumento de chiflado encantador pero extraviado al que salva el amor incondicional de una mujer abnegada. Un Paul Giamatti pasadísimo de rosca como el supervillano Landy tampoco ayuda demasiado.

‘Love & Mercy’ es una película que los fans de Brian Wilson disfrutarán enormemente, a pesar de que suaviza muchísimo algunos aspectos, especialmente el activo papel que su familia tuvo en su declive (la reacción contra ‘Pet Sounds’ fue mucho más furibunda que la que muestra el film). Pero hay algo mágico en asomarse a su mundo creativo de los sesenta, a los espacios míticos donde construyó su magia. Sin embargo, me temo que los legos se perderán, puesto que falta información que sitúe mejor a los personajes y su relación respecto a Brian. Como si Pohlad admitiera que su película va destinada exclusivamente a los admiradores del genio californiano. Los que vayan con mapa gozarán. Al resto, es posible que les resulte abstrusa. 5,7.

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Publicado por
Mireia Pería