Definitivamente, no está siendo este un buen año para Gwen Stefani. A los pésimos resultados obtenidos por sus sencillos de regreso y ese nuevo disco que parece que nunca llega, ahora hay que sumarle su divorcio. Gwen, que llevaba casada con Gavin Rossdale desde hace 13 años, ha solicitado el divorcio del que fuera el líder de Bush debido a “diferencias irreconciliables”. La pareja tiene tres hijos frutos de este matrimonio, el mayor de 9 años y el menor de 1 año.
Los discos sobre rupturas y desamores siempre han funcionado de manera maravillosa, tal vez esta sea una oportunidad de oro para la cantante de No Doubt.