Estamos ante uno de esos discos conceptuales que hablan de una relación desde su principio hasta su final y por tanto las canciones reflejan casi todos los estados del amor en este proceso. Sobre todo, como suele pasar, las etapas del dolor, lo que se refleja muy bien en el paso de la desesperación que emana de ‘A Kiss Goodbye‘, con Sampha, a lo triunfalmente vengativos que suenan Nate Ruess de fun. en ‘Fool Me Too’ y Andrew Wyatt y Colin Blunstone en la pista inmediatamente posterior («¿no sabes que jamás sería lo suficientemente tonto como para volver contigo?»). Ya hacia la mitad del disco no queda nada de la ilusión con la que se arranca y, a partir de ese momento, sólo quedan las lamentaciones, como el precioso tema en el que canta Lykke Li y Romy de The xx toca la guitarra (‘Come Find Me’ es mucho más que un interludio), la despedida dialogada por Father John Misty y Julia Holter en ‘Ballerina’s Reprise’, y el momento en el que Emile toma la voz cantante (secundado por los ya lejanos coros de la chica, en este caso Florence Welch) en ‘The Other Side’, que pasa de un tristón «no fui lo suficiente para ti» a un mantra de autoayuda «pero ya no me importa en absoluto».
Hay quien pensará que no se ha explotado bien la participación de Lana del Rey, primero como para proteger la promoción de ‘Ultraviolence’ (este disco tenía que haber salido a finales del año pasado) y luego la de ‘Honeymoon’ (su corte podía haber sido el tercer single de este disco). Pero en realidad, la indecisa ‘Wait for Life’ muestra una de las melodías más facilonas y sobadas de la artista y no es el corte más acertado de este disco sentimentaloide. El gran caballo ganador parece esta vez el de Rufus Wainwright, que ha compuesto ayudado por Nate Ruess y con Mark Ronson como bajista, uno de los temas iniciales que aún encierran algo de optimismo («todos mis amigos dicen que esto va a acabar / ella ya ha hecho esto antes / pero juro qué sé que su corazón puede madurar») sobre una de las melodías más contagiosas.
Otras pistas son algo más pobres, como ‘Dirty World’, o aparecen peor encajadas (‘Who to Blame’ de Randy Newman parece ir algo a su rollo en cuanto a composición y estructura), aunque lo que más ha perjudicado a ‘We Fall’ ha sido claramente su momento de edición. La belleza de sus arreglos orgánicos y sus letras para el recogimiento apuntaban claramente a la Navidad.
Calificación: 7/10
Lo mejor: ‘Little Ballerina’, ‘Come Find Me’, ‘Falling Apart’
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