«El Peregrino», «el Sarraceno»… Sí, esto es literatura popular, un best seller. Para bien: trama ingeniosa, ritmo preciso, prosa eficaz y una astuta dosificación de la información; y para mal: personajes estereotipados, simplificación del contexto sociopolítico y una trama con casualidades más forzadas que la sonrisa de un político en campaña. Pero Hayes no es Dan Brown, no escribe para lectores con déficit de atención. En una coma de ‘Soy Pilgrim’ hay más ambición literaria que en toda la obra del autor de ‘El código Da Vinci’. Hayes transita los caminos recorridos por escritores como John Le Carre
, Frederick Forsyth o Robert Ludlum para ofrecer una puesta al día de la novela de espías, un apasionante tecno-thriller salpicado con sangre de novela negra.‘Soy Pilgrim’ comienza como una historia de detectives al uso, con un misterioso crimen y dos amigos «policías» lanzándose réplicas irónicas (el comentario sobre la vestimenta es para troncharse), y poco a poco se transforma en una épica lucha entre el bien y el (eje del) mal digna de un cómic de superhéroes. Una trama policial, narrada en primera persona, que se va enredando (y enredando) entre conspiraciones terroristas («El mundo no cambia ante tus ojos, cambia a tus espaldas»), biotecnología, fanatismo religioso, enigmas irresolubles y pasiones vengativas. El autor juega con mucha habilidad con los miedos post 11-S para construir un excelente divertimento, un entretenidísimo puzzle geopolítico que funciona mejor pieza a pieza que cuando ves el conjunto.
Después del éxito que ha tenido la novela, ya se ha anunciado la preparación de su adaptación y, cómo no, la publicación de dos volúmenes más que completarán la consabida trilogía. Entre medias, Hayes prepara un nuevo thriller que tendrá ecos de ‘El planeta de los simios’ y la serie ‘Perdidos’. 7.