«Sí, fumo marihuana / sí, amo los cerdos». Que no, que Miley no dice eso, que dice «peace», ¿pero no tendría todo el sentido del mundo que en realidad cantara que adora los cerdos? Al fin y al cabo, tiene uno de mascota (se llama Bubba Sue, es hembra), ha posado con ella en una revista y su último vídeo en promoción de su disco con Her Dead Petz es una absoluta cerdada.
Claro que, para cerdada, la actuación de ‘Swine’ («cerdo» en inglés) de Lady Gaga en la edición de 2014 del festival SXSW. Muy controvertida por el momento en que la «artista del vómito» Millie Brown le pota leche verde y negra en el pecho a Gaga mientras esta canta «en el fondo eres un cerdo con cuerpo humano / eres tan repugnante / en el fondo eres un cerdo», la actuación se supone una metáfora sobre la violación que sufrió Germanotta de mano de un productor musical a los 19 años.
Como George Orwell en ‘Rebelión en la granja’, Pink Floyd usaron la imagen del cerdo en su canción de 1977 ‘Pigs’, incluida en ‘Animals’, para elaborar una alegoría sonora de 11 minutos en crítica al sector más poderoso, rico y corrupto de la sociedad. Tres tipos de cerdo representados en tres partes en esta canción en la que no faltan sonidos de cerdo, cortesía de David Gilmour.
«Por primera vez en la vida / muéstrame la puerta hacia el exterior / en esta tierra de cerdos / solo se escuchan lamentos / es necesaria una revolución». Con la energía nerviosa del grunge del que bebía su sonido, los barceloneses Fantástico Hombre Bala llamaban a la revolución en el tema que titulaba su álbum debut, editado en 1994, un tema relevante también hoy en día.
Una de las mejores canciones de la carrera de Sparklehorse, proyecto del tristemente fallecido Mark Linkous, se titula ‘Pig’ y precisamente abre su álbum de 1998 ‘Good Morning Spider’. Aunque el momento en el que canta «quiero ser un cerdo y follar un coche» es genial, lo mejor del tema es su final llena de rabia. Los cerdos a los que odiaba Linkous estarán siempre entre nosotros.
A principios de los 90, Ana Belén actuaba en la televisión pública nacional para hacer un «playback» de ‘Margaritas a los cerdos’, uno de los temas incluidos en su álbum ‘Como una novia’. «Tiempo que te dedico / tiempo que pierdo / hablar contigo es echar margaritas a los cerdos», cantaba Belén. ¿Es un sinsentido regalarle flores a los cerdos? Con lo nobles y limpios que son, se lo merecen más que muchos y muchas…
Este mismo año Suede han reeditado ‘Dog Man Star’, su segundo disco, en celebración de su 20 aniversario. El primer single fue este eufórico ‘We Are the Pigs’ cuyo vídeo lleno de violencia no escapó la censura, entre otros canales, de la todopoderosa MTV.
El tema que abre ‘pom pom’, el último álbum de Ariel Pink, se titula «chubasqueros en el desfile de los cerdos». El tema parece ser, según Genius, una alegoría sobre la segunda guerra mundial. El desfile en cuestión aludiría al ejército. Curiosamente, Pink empezó esta canción con la ayuda del recientemente fallecido Kim Fowley, pero él no lo recordaba.
Los autores de ‘Twice’ titularon una de sus primeras canciones «cerdos que pestañean»; sin embargo, curiosamente estos cerdos aparecen solo una vez en la canción: al principio. Estos la persiguen mientras ella busca a su amor en algún lugar de la oscuridad de la noche. Suena todo a pesadilla, pero lo cierto es que la canción, en especial sus sintetizadores, es estupenda.
Este tema totalmente olvidado de Queen, que el grupo incluyó como bonus track en la reedición de 1991 de su primer disco, convierte a Jesucristo en una especie de pregonero chiflado llamado Mad («loco») que va repartiendo paz, amor y esperanza a los ciudadanos de un pueblo indeterminado. «Gentes / juntaos y admirad al señor», canta Freddy Mercury, irónico.