La chavala fue primero pintora, después lo intentó como actriz y ahora ha terminado aunando esas dos facetas como artista que se marca unas «performances» que no han dejado indiferente a nadie.
Nosotros, con lo que nos encanta una mamarrachada, no hemos podido resistir y hemos seleccionado algunos de los mejores momentos que nos deja un repaso a esa cuenta, imprescindible desde ya.
Una nueva manera de entender una selfie desde el baño. Al menos la tela que cubre malamente a María Forqué hace juego con la toalla del fondo.
Nada como irse a un garaje, quedarse en pelotas y apoyar el culo sobre un Porsche tapado con su funda mientas quemo un papel. Muy artístico todo.
Simplemente, otra manera de hacer nuestra gimnasia de cada día.
No se nos ocurre mejor modo de anunciar que la cultura gótica ha muerto que de esta manera. El detalle de los calcetines también es otro punto extra.
Esto da un nuevo sentido a la frase “un baño de sangre”. Lo de ‘Carrie’ comparado con esto se queda en un cuento infantil.
Cubrirse la cara con recortables con formas de animales y corazones y pegarse en el hombro un bote de proteínas: el conjunto perfecto para ir a comprar el pan un día cualquiera.
Para ir a comprar el pan o para irnos de viaje. Eso sí, María Forqué viaja dentro de la maleta que para algo es una artista.
Y terminamos con este vídeo que resume prácticamente todo el trabajo de María Forqué. Es inevitable recordar aquella frase de ‘Muchachada Nui’, “tómalo, tuyo es, mío no”.